El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas (ONU) anunció la suspensión de la distribución de ayuda en el norte de la Franja de Gaza debido al “caos total y la violencia”, después de que un convoy de la agencia sufriera disparos y saqueos.
El PMA ya había suspendido hace tres semanas la distribución de alimentos en el norte del territorio palestino, devastado por más de cuatro meses de guerra, tras un bombardeo israelí contra un camión de otra agencia de la ONU.
EL PMA tenía como objetivo enviar 10 camiones de ayuda alimentaria por día durante siete días consecutivos para “contener la ola de hambre y desesperanza”. Pero el domingo, un convoy que se dirigía a la Ciudad de Gaza “fue rodeado por una multitud de personas hambrientas”.
La agencia informó que su personal logró inicialmente contener a las personas que intentaban trepar a los camiones, pero al ser blanco de “disparos” debieron retirarse y los camiones fueron saqueados y un chofer agredido.
“La decisión de suspender los envíos no se tomó a la ligera, ya que sabemos que esto significa que la situación allí se deteriorará aún más y más personas correrán el riesgo de morir”, subrayó la agencia, tras señalar que más de 2 millones de personas están amenazadas de hambruna.
La decisión del PMA llega en momentos en que Israel intensifica sus bombardeos antes de una votación en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la comunidad internacional intenta aprobar una resolución que instale una tregua en los combates, iniciativa que Estados Unidos anticipó que vetará.
Testigos relataron que los bombardeos y los combates durante la noche golpearon el este de Ciudad de Gaza y Jan Yunis, en el sur. “Los misiles caen sobre nosotros. ¿Cuánto más puede aguantar un ser humano?”, planteó Aiman Abu Shamali, que perdió a su mujer y su hija en un bombardeo en Zawaida, en el centro de Gaza.
En tanto, tres agencias de la ONU alertaron en las últimas horas sobre la dramática situación humanitaria en el territorio palestino bajo asedio, oportunidad en la que advirtieron sobre la escasez de comida y la proliferación de enfermedades que pueden causar una “explosión” de muertes infantiles.
Más de cuatro meses después del inicio del conflicto hay casi un millón y medio de palestinos refugiados en Rafah, una ciudad del sur en la frontera con Egipto, ciudad sobre la que Israel prepara un asalto terrestre a gran escala.
La ciudad es clave, ya que es el principal punto por donde entra la ayuda humanitaria de la que depende la población, y los ataques israelíes siguen impidiendo las operaciones humanitarias y el suministro de alimentos por los habituales cierres fronterizos, según la agencia de la ONU.
Uno de cada seis niños en el norte de la Franja de Gaza sufre desnutrición aguda, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), situación que puede agravar “el nivel insoportable de muertes de niños”.
(Con información de agencias)