Acorde con su principal promesa de campaña, este miércoles, seis semanas después de asumir el poder, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, presentó una comisión que trabajará para “librar” al país de la corrupción.
En un acto en el Palacio Nacional de la capital guatemalteca, el mandatario socialdemócrata dijo que “cuando asumimos el reto de gobernar este país lo hicimos sabiendo que nuestra prioridad número uno es cerrar el chorro de los recursos públicos a los corruptos”. Y agregó: “Guatemala no puede volver a tolerar la corrupción. Damos un nuevo paso adelante en la lucha de Guatemala por librarse de las ataduras de la corrupción”.
La Comisión Nacional contra la Corrupción está integrada por seis funcionarios de gobierno y seis miembros de grupos de la sociedad civil, pueblos indígenas y del sector privado, quienes trabajarán para identificar y desarticular los “patrones” de corrupción. Entre sus integrantes figuran la activista maya Ana Alvarado y el analista español Daniel Haering, quien reside hace años en Guatemala.
A cargo de la comisión está la elaboración de propuestas de reformas institucionales y legales anticorrupción y la capacidad de denunciar actos anómalos en las entidades públicas.
Santiago Palomo, director ejecutivo de la comisión declaró: “Debemos ser claros: la corrupción hasta antes de este gobierno había sido la regla en la vida política del país. Los guatemaltecos tristemente tuvimos que presenciar una horda de funcionarios públicos que salen del gobierno con cada vez más elevados e inexplicables patrimonios producto de negocios opacos y corruptos”.
Por eso, la lucha contra las élites político-económicas “corruptas” fue la principal promesa de campaña de Arévalo en 2023. Y a esa decisión Arévalo atribuyó el hostigamiento de la Fiscalía, que calificó como un intento de “golpe de Estado” y que puso en riesgo su investidura.
Palomo señaló que la comisión no investigará casos de corrupción, pero podrá presentar denuncias a la Fiscalía, que es dirigida por Consuelo Porras, considerada “corrupta” por Estados Unidos. El mismo director ejecutivo dijo la semana pasada que “no ve” un “compromiso” anticorrupción en Porras, a la que el presidente le pidió que renuncie, ya que carece de las facultades para removerla.
Guatemala ocupa el puesto 154 de los 180 países en el ranking de corrupción de Transparencia Internacional y un 60% de sus 17,8 millones de habitantes vive en la pobreza, uno de los índices más altos de América latina.
En el acto de presentación de la comisión, Arévalo señaló que “damos un paso adelante para lograr liberar a nuestro país, a nuestras instituciones, de las ataduras de la corrupción que impidieron el desarrollo y que mantuvieron a tantos y tantas de nuestras hermanas y hermanos en condiciones de pobreza”.
(Con información de AFP)