La policía brasileña detuvo este domingo a los supuestos “autores intelectuales” del asesinato de la concejal de Rio de Janeiro Marielle Franco en 2018, un paso esencial para dilucidar el crimen que causó indignación en Brasil y el extranjero.
La acción en Rio cumplió “tres órdenes de prisión preventiva y 12 órdenes de búsqueda y aprehensión”, y tuvo como objetivo a “los autores intelectuales” del crimen de Franco y su chofer Anderson Gomes, informó la Policía Federal (PF) en un comunicado.
Los tres detenidos son el consejero del Tribunal de Cuentas de Rio Domingos Brazao; su hermano, el diputado federal Chiquinho Brazao; y el exjefe de la Policía Civil de Rio Rivaldo Barbosa, según declaraciones a periodistas de abogados y de familiares de las víctimas.
Un fotógrafo de la AFP presenció la llegada de Barbosa alrededor de las 09:30 locales en un vehículo con la sirena encendida a la sede policial del centro de Rio, donde fue escoltado por un agente.
Vehículos que supuestamente trasladaban a los otros dos sospechosos también ingresaron en el predio.
La operación de este domingo ocurre pocos días después que la justicia avalara la confesión de uno de los sospechosos de ejecutar el asesinato, que ya estaba detenido.
El ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, tiene previsto dar una conferencia de prensa en las próximas horas.
Consultada por la AFP, la Policía Federal no brindó detalles sobre los detenidos, que según los medios locales pasan por audiencias de custodia.
Ubiratan Guedes, abogado de Domingos Brazao, dijo a periodistas en la sede de la PF que su representado “no conocía a Marielle” y que la imputación es “improcedente”.
En tanto, Alexandre Dumans, defensor del Sindicato de la Policía Civil, dijo que acompañará a Barbosa en el proceso.
“Día histórico”
Negra, nacida en una favela, defensora de las minorías y crítica de la violencia policial, Marielle Franco fue asesinada junto a su chofer el 14 de marzo de 2018, cuando tenía 38 años.
Ambos fueron baleados desde otro vehículo en el centro de Rio.
La detención del exjefe policial Barbosa, quien recibió a los familiares el día después de los asesinatos, sorprendió al círculo íntimo de la concejal.
“Mi hija confiaba en él y en su trabajo. Y él me dijo que era una cuestión de honor el esclarecimiento” del crimen, dijo a GloboNews la madre de Marielle, Marinete Silva.
En la sede de la PF, Monica Benicio, viuda de Franco, consideró una “gran sorpresa” la inclusión del exjefe policial entre los sospechosos.
Tras seis años, Benicio agradeció la “voluntad política” para avanzar en las investigaciones.
El caso está bajo dirección de la Policía Federal desde febrero de 2023, después de la asunción del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
La familia de la concejal celebró la operación como un “día histórico”.
Anielle Franco, hermana de Marielle y ministra de Igualdad Racial, escribió en X: “Hoy es un gran paso adelante para conseguir las respuestas a lo que tanto nos preguntamos en los últimos años: ¿quién ordenó matar a Mari y por qué?”.
Pero aún queda “un largo camino por recorrer”, indicó.
La operación de este domingo también pretende avanzar en la investigación de delitos de “organización criminal y obstrucción de la justicia”, precisó la PF.
Confesiones clave
La semana pasada, el gobierno anunció que el juez de la corte suprema frente al caso, Alexandre de Moraes, había aprobado una delación premiada con “elementos importantísimos”.
Se trata del testimonio de Ronnie Lessa, un exmiembro de la Policía Militar de Rio que está preso como sospechoso de cometer los asesinatos.
Lessa habría dado a las autoridades los nombres de los supuestos autores intelectuales del crimen, cuyas motivaciones todavía son una gran interrogante.
En 2019, la Fiscalía afirmó que Franco había sido “víctima de una ejecución sumaria debido a su actividad política y a las causas que defendía”. Pero no se excluyeron otros móviles.
El caso tomó impulso en julio de 2023, cuando el presunto conductor del auto, el también expolicía militar Elcio Queiroz, confesó su participación y la de Lessa en el crimen.
Por esa declaración, la policía detuvo en Rio al exbombero Maxwell Simoes Correa, quien se habría encargado de vigilar a Franco y de esconder las armas del ataque.
Los investigadores creen que Lessa y Queiroz tienen relación con las milicias paramilitares, denunciadas por Franco.
Estas surgieron hace unas cuatro décadas, formadas por expolicías, militares retirados, bomberos y otros, como una “autodefensa” de las bandas narcotraficantes.
Pero se convirtieron en mafias que exigen tributos a cambio de esa “protección”.