Una enfermera uruguaya-israelí, que trabaja en un hospital de Jerusalén, contó cómo han sido los últimos días en Israel, antes y después del ataque del sábado 13 por parte de Irán.
“El viernes 12 de abril ya recibimos una situación de alerta máxima del hospital donde nos sugirieron no cerrar los teléfonos incluso durante la noche”, contó Claudia Poggi que trabaja en el hospital universitario Hadassah.
Ya el sábado 13 en Israel estaban “todos esperando” qué iba a pasar. Y en la “tardecita”, ya “cambió el tono de las noticias”. El país entero se encontraba en situación de alerta desde las 23:00.
Según dijo en la entrevista en Viva la Tarde de Radio Sarandí que las autoridades exhortaron a que estuvieran preparados los refugios públicos y los cuartos de refugio en las casas “porque iba a venir un ataque intenso desde Irán hacia Israel”.
“Ahí rápidamente con mi esposo tuvimos que arreglar el cuarto del refugio porque uno va poniendo cosas que no tiene que poner ahí. Evacuamos y ordenamos. Estaba también la exhortación de que hubiera agua. Incluso hay parte de la población que compró generadores por la posibilidad de corte eléctrico. A las 23:00 nos avisaron por televisión lo que estaba saliendo desde Irán…”, continuó Poggi.
La enfermera indicó que ella se encuentra a “1600 kilómetros de Irán” y apuntó a que este país “también usó otras bases de milicias chiitas” que están bajo su control: Siria, Líbano, Irak y el Yemen”.
Poggi dijo que “muchos políticos” y personas como ella opinan que “no es el momento ahora de responder”.
“Todavía nos están llegando heridos al hospital de la guerra que estamos luchando en el sur, en la Franja de Gaza”, dijo la enfermera.
El día del ataque ella se despertó “casi a las 02:00 con el ruido de explosiones” por los “400 misiles lanzados” que detuvo el sistema de defensa conocido como la Cúpula de Hierro.
La enfermera se despertó con las explosiones y luego sonó la alarma de que debían entrar a sus refugios.
“La gran pregunta es: ¿Quién puede vivir en esta situación? Es algo impensable”, dijo Poggi.