El Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay aprobó Encorafenib, un nuevo medicamento que amplía las opciones terapéuticas para el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico, uno de los más frecuentes en nuestro país,
Esta terapia inhibe la acción de una vía (denominada MAPK), responsable de estimular el crecimiento y la proliferación de células tumorales en aquellos casos en que se constate la presencia de la mutación BRAF. Se administra como terapia en segunda línea en combinación con Cetuximab, un anticuerpo monoclonal que ataca al receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), una proteína que se encuentra alterada en las células malignas, favoreciendo su crecimiento y multiplicación.
El cáncer colorrectal en Uruguay es el segundo cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte. En la mujer ocupa el segundo lugar en incidencia y tercero en mortalidad, después del cáncer de pulmón, mientras que en el hombre ocupa el tercer lugar tanto en incidencia como en mortalidad. La Dra. Andrea Schiavone, especialista en oncología, explicó: “La mayoría de estos cánceres se forma por lesiones premalignas (pólipos), que pueden evolucionar a un cáncer si no se tratan. Por lo tanto, es una enfermedad evitable con un oportuno diagnóstico y tratamiento de estas lesiones premalignas”.
La mutación BRAF es una de las más comunes en los casos de cáncer colorrectal metastásico, representando el 10 y el 12% Es una mutación que activa persistentemente una vía (denominada MAPK), que puede estimular el crecimiento y la proliferación de células tumorales. La inhibición dual de la vía MAPK mejora la actividad antitumoral y reduce los mecanismos de resistencia. Específicamente, la inhibición combinada de BRAF con EGFR reduce la reactivación de la señalización MAPK, lo cual explica los beneficios significativos de esta inhibición conjunta en este tipo de cáncer avanzado.
La aprobación para el uso combinado de encorafenib + cetuximab para el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico con mutación BRAF V600E se basó en los resultados del estudio clínico BEACON CRC , que demostró que esa combinación obtenía una tasa de respuesta objetiva 10 veces superior (20% vs. 2%) a la alcanzada con la medicación estándar; también la sobrevida global (SG) fue superior: 8,4 meses contra 5,4 meses del grupo control y la mediana de sobrevida libre de progresión (SPL) lograda fue de 4,2 meses contra 1,5 meses.
La tasa de respuesta objetiva muestra la reducción tanto del número como del tamaño de la metástasis y es un indicador indiscutible de la eficacia del tratamiento, mientras que la mediana de sobrevida libre de progresión, como su nombre lo indica, está señalando el tiempo que se logra sin que la enfermedad avance. Por último, la sobrevida global marca el promedio de vida extendida por el uso de la medicación, incluyendo mortalidad por cualquier causa. La combinación de encorafenib con cetuximab fue superior al tratamiento estándar en todas estas variables analizadas.
Los síntomas relacionados al cáncer colorrectal son: cambios en los hábitos intestinales (alternancia entre la constipación y la diarrea) y en la forma de la materia (heces caprinas o acintadas), sangrado rectal o con las materias, sensación de que el intestino no se vacía por completo y dolor abdominal que no cede. Otros más específicos son el adelgazamiento y la fatiga, entre otros.