Ecuador y Estados Unidos acordaron este lunes cooperar en la guerra contra el narcotráfico, ampliar el acceso a mercados y aumentar las inversiones con miras a generar empleo en la golpeada nación, informó la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld.
La visita de altas autoridades estadounidenses “es una señal política potente y concreta de respaldo de Estados Unidos a la gestión del presidente Daniel Noboa en el conflicto armado no internacional contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado transnacional”, declaró a la prensa Sommerfeld luego de casi tres horas de reunión.
A la cita acudieron el asesor presidencial especial para las Américas, Christopher Dodd, la comandante del Comando Sur, Laura Richardson, y el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos, Christopher Landberg.
De acuerdo con la presidencia, que no ofreció detalles, “ambas partes acordaron incrementar la cooperación en seguridad y defensa”.
Sommerfeld agregó que para su país “es una prioridad la ampliación al acceso a mercados (…) así como la atracción de inversiones y de financiamiento” con miras a generar un “ecosistema de prosperidad” en Ecuador.
Durante el encuentro en Quito, del que se esperaba mayores anuncios sobre cooperación en materia de seguridad, los países también decidieron “trabajar para lograr una migración ordenada, segura, regular”, dijo Sommerfeld.
Esta es la segunda ocasión que Dodd y Richardson visitan Ecuador, que enfrenta desde hace dos semanas una embestida de mafias ligadas a carteles mexicanos y colombianos tras la fuga del Adolfo Macías, alias Fito, jefe de la banda de Los Choneros.
La violencia escaló cuando un grupo de delincuentes se tomó con armas un canal de televisión durante una transmisión en vivo e hizo que el presidente Daniel Noboa decretara un “estado de guerra interno” y convocara a los militares para controlar a las bandas calificadas como “terroristas”.
La embajada de Estados Unidos en Quito había indicado que la delegación visitaría Ecuador para “considerar opciones para acelerar la cooperación bilateral en materia de seguridad”.
Más temprano en una entrevista con el canal Teleamazonas, Noboa expresó que “Ecuador se ha vuelto una pieza clave dentro de la estructura y las rutas de estos grupos narcoterroristas”.
“Si logramos tener el control total aquí en el Ecuador, la región mejora”, apuntó el mandatario.
Estados Unidos, que desde hace medio siglo ha sido promotor de la llamada guerra contra las drogas, firmó en 2023 un memorando de entendimiento con Ecuador que traza una agenda de cooperación para enfrentar a la situación de seguridad
El gobierno ecuatoriano ha calificado a Washington como su “socio estratégico” en la lucha contra el narco.
La presencia de la jefa del Comando Sur en las tratativas fue criticada en cambio por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que advirtió a su colega ecuatoriano que “no le abra las puertas al diablo”:
Cuatro países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) conformaron el fin de semana una “red de seguridad” para enfrentar el narco conjuntamente en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia
Control de las cárceles
Las fuerzas armadas de Ecuador retiraron cientos de metros de cables de internet y televisión satelital en una de las peligrosas cárceles del país bajo el control de bandas narcotraficantes, informaron las autoridades.
En imágenes compartidas por el ejército se observa a militares equipados con escaleras para subir y caminar sobre los techos de la prisión de la ciudad de Machala (sur), donde quitaron y cortaron los enjambres de conexiones.
Los soldados inhabilitaron alrededor de 1.500 metros de cables UTP, de tipo ethernet, y coaxiales, que conectaban los pabellones con el mundo exterior, en un país sumido en una ola de violencia coordinada desde las prisiones por organizaciones criminales.
De acuerdo con el comunicado del ejército, los alambres eran usados para “presumiblemente poder planificar actividades ilícitas desde el interior” de la prisión.
Datos del censo penitenciario de 2022 muestran que un 17% de los presos encuestados había tenido acceso a internet durante los últimos tres meses, mientras que el 19% había tenido acceso a un celular.
En operativos y requisas dentro de las cárceles ecuatorianas, la policía informa con frecuencia sobre la incautación de armas, drogas y celulares.
Los presos pueden llegar a pagar US$ 10 semanales por el alquiler de llamadas, y hasta US$ 3.000 por la compra de un celular propio, según el diario El Universo.
(Con información de agencias)