El salario real creció en 2023 por segundo año consecutivo y continuó consolidando la recuperación que lentamente había comenzado a procesar en 2022.
Entre enero y diciembre el Índice Medio de Salarios (IMS), tuvo una variación acumulada de 9,32%, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A su vez, el Índice Medio de Salario Real terminó el año con un aumento interanual de 4,01%.
Durante el año pasado, el poder de compra de las remuneraciones del sector privado creció 3,88%, y las remuneraciones del sector público lo hicieron 4,23%.
Un punto clave para esa dinámica fue la desaceleración de la inflación observada desde el primer semestre del año pasado hasta niveles históricamente bajos desde 2005.
Al cierre del año pasado, el poder de compra de los salarios se ubicó en promedio 1,86% por encima de diciembre de 2019, previo a la pandemia.
Al desagregar por sectores, excepto por las actividades más afectadas por la crisis del covid-19, el salario real se ubica entre 2% y 3% arriba de diciembre 2019, según explicó el economista de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski.
Es el caso de empresas públicas (+1,4%), intendencias (+3,3%) y Administración Central (+3,1%) dentro del sector público. Y de actividades inmobiliarias (+3,4%), construcción (+3,2%), instituciones financieras (+2,6%), salud (+2,5%), enseñanza (+2,2%) e industrias (+1,9%), dentro del sector privado.
Hay actividades como transporte (-0,1%) y comercio (-1,1%) que alcanzarían el nivel pre-pandemia con el ajuste de enero de 2024. La recuperación en hoteles y restaurantes (-3,4%) está más rezagada.
Fuente: Nicolás Cichevski
Como informó El Observador, la mayoría de los convenios firmados en la Décima Ronda de Negociación Colectiva del sector privado, prevén que la recuperación del poder de compra perdido en la crisis del covid-19 culmine entre mediados de 2024 y primeros meses de 2025. Ese es un compromiso que habían asumido las autoridades de gobierno.
Jubilaciones
Lo que sucede con los salarios del conjunto de los trabajadores tiene directa incidencia en las jubilaciones y pensiones. El artículo 67 de la Constitución de la República establece que el indicador objetivo para determinar el ajuste anual es el Índice Medio de Salarios Nominales (IMSN), que calcula el Instituto Nacional de Estadística.
Ese índice finalizó 2023 con una variación de 8,68%, que será el aumento definitivo que percibirán los jubilados y pensionistas este año.
En el caso de las jubilaciones y pensiones mínimas, hay que considerar el adelanto de 3% que el Poder Ejecutivo otorgó en agosto a cuenta del aumento anual que corresponde realizar en enero de 2024. Tomando en cuenta ese pago ya realizado, el ajuste para esas prestaciones se sitúa en 5,51%.
Con estos números, las jubilaciones vuelven a ganar poder adquisitivo por segundo año consecutivo en la actual administración de gobierno. En 2023, la inflación se ubicó en 5,11%, por lo que la corrección de 8,68% está más de tres puntos por encima de la evolución que registraron los precios.
Hasta 2019 y por 14 años consecutivos, las pasividades habían aumentado por encima de la evolución de los precios. En los tres años posteriores los ajustes fueron inferiores y estas prestaciones perdieron poder de compra.
Esa dinámica coincidió con un período donde el ritmo de aumentos de los salarios privados sufrió un notorio freno por el impacto que provocó la pandemia sobre el mercado laboral.