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El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó este martes a Egipto en su quinta gira por Oriente Medio desde octubre en busca una nueva tregua y un “final duradero” a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
El lunes, el secretario de Estado se reunió en Riad con el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán, y en El Cairo lo hizo con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi.
Tras este encuentro, Blinken viajará a Israel y Catar en una campaña diplomática que cobró mayor urgencia ante el avance de las fuerzas israelíes hacia Rafah, una ciudad en la frontera con Egipto donde se refugia más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza.
El Ministerio de Salud palestino de este territorio controlado por Hamás informó de 99 muertos entre el lunes por la noche y el martes por la mañana, y de bombardeos aéreos y ataques de artillería en Jan Yunis y en Rafah.
El ministerio de Salud en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, dijo el martes que al menos 27.585 personas murieron en este territorio palestino por la guerra contra Israel.
Según esos cómputos,66.978 personas resultaron heridas en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre.
“No hay lugar seguro, ninguno. ¿Adónde debemos ir?”, se desesperaba el palestino Mohamad Kozaat después de que seis miembros de su familia, entre ellos su hija, resultaran heridos en un bombardeo israelí en esta ciudad fronteriza con Egipto.
Blinken espera reunir apoyos para un acuerdo de tregua forjado en una reunión en enero en París, que todavía no ha sido firmado por Hamás ni por Israel.
En su reunión con el príncipe saudita, Blinken subrayó “la necesidad urgente de reducir las tensiones regionales” y de una “coordinación regional para alcanzar un final duradero a la crisis en Gaza”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Pero Israel aboga por continuar con su ofensiva y adentrarse tanto como sea necesario en el territorio palestino para acabar con el mando de Hamás.
El ejército “llegará a lugares donde todavía no hemos luchado (…) hasta el último bastión de Hamás, que es Rafah”, advirtió el lunes el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Netanyahu, atenazado entre parte de su gabinete que le reclama firmeza y las familias de los rehenes que quieren su liberación, dijo que Israel “no aceptará” las exigencias de Hamás en un canje.
Según su partido Likud, el primer ministro dijo que las condiciones del intercambio “deberían ser similares a las del anterior acuerdo”, que se basó en una ratio de tres presos palestinos por cada rehén israelí.
“Tragedia” en Gaza
Con Gaza sumida en una situación humanitaria crítica, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) se enfrenta a una gran controversia después de que Israel acusara a 12 de sus empleados de estar implicados en el ataque de Hamás.
Más de una docena de países, entre ellos su principal donante Estados Unidos, suspendieron la financiación a la agencia.
España anunció que donará a la UNRWA 3,5 millones de euros adicionales (3,8 millones de dólares) “para el mantenimiento de sus actividades en el corto plazo”, dijo su canciller José Manuel Albares.
“La situación de UNRWA es desesperada y hay un grave riesgo de que sus actividades humanitarias en Gaza se paralicen en pocas semanas”, argumentó.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, informó de la creación de un panel independiente para analizar si “la agencia está haciendo todo en su poder para asegurar la neutralidad”, afirmó Naciones Unidas en un comunicado.
El rey jordano Abdulá II urgió a los donantes a seguir respaldando la agencia “para permitirle suministrar sus servicios humanitarios vitales (…) particularmente a la luz de la trágica situación humanitaria en Gaza”.
(Con información de agencias)