En una movida que va muchos más allá de las relaciones estratégicas que desde hace muchos mantienen China y Hungría en materia de comercio e inversiones, ambos países anunciaron que estrecharán sus vínculos en materia de seguridad, justo en momentos en que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) busca extenderse en Europa sumando nuevos miembros.
La decisión la hizo pública la agencia oficial de noticias Xinhua, tras el sorpresivo encuentro que mantuvieron el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el ministro de Seguridad Pública chino, Wang Xiaohong, en la ciudad de Budapest en ocasión de cumplirse el 75º aniversario de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante una visita a Budapest, Wang dijo que esperaba que tales esfuerzos fueran “un nuevo punto culminante de las relaciones bilaterales” en áreas como la lucha “contra el terrorismo y los crímenes transnacionales”, reimpulso de las relaciones bilaterales que también abarcarán el “desarrollo de capacidades en materia de seguridad pública”.
Según lo informado por Xinhua, las cuestiones en materia de seguridad fueron acordadas durante la reunión que mantuvo Wang en Busdapest con el ministro del Interior húngaro, Sandor Pinter, con quien analizó la aplicación del memorándum de entendimiento en el marco de las leyes vigentes en Hungría.
La garantía de seguridad de China se produce mientras Hungría, un aliado de Rusia y único país de la OTAN que no ha ratificado la solicitud de Suecia para unirse al bloque de seguridad, ha trabajado para diluir su dependencia de los países occidentales en la última década bajo el gobierno de Orban, resistiendo recientemente la presión para aprobar la expansión de la alianza atlántica.
China ha sido crítica con la OTAN, especialmente después que el bloque dijera el año pasado que Beijing desafía sus intereses económicos, de seguridad y sus valores con sus “ambiciones y políticas coercitivas”, postura que los medios estatales chinos han como un desafío “grave” para la paz y la estabilidad globales.
Por lo pronto, los analistas señalan que el pacto de seguridad con Hungría representa una victoria diplomática para China en la Unión Europea (EU), mientras el bloque sopesa sus vínculos con la segunda economía más grande del mundo por diferencias sobre derechos humanos, desequilibrios comerciales y la invasión de Rusia a Ucrania.
La lectura agrega que la creciente afinidad de Budapest con Beijing ha abierto una brecha en el frente colectivo de la UE. En varias ocasiones, Hungría se ha mantenido al margen o se ha opuesto a las posiciones de la UE críticas hacia China y ha dado la bienvenida a las inversiones chinas, a pesar del llamado de la UE a los miembros para alinear las relaciones con el gigante asiático con las del bloque.
Un ejemplo de los vínculos entre ambos países es la base logística y de producción que tiene Huawei Technologies, la más grande fuera de China, a pesar de las insistentes advertencias de la Comisión Europea de que el gigante de las telecomunicaciones representa un riesgo para la seguridad de la UE.
Desde 2016, Huawei se ha asociado con la empresa de inteligencia artificial Yitu Technology, con sede en Shanghái, para trabajar en soluciones para que las ciudades inteligentes mejoren la seguridad pública y la vigilancia con el uso de Inteligencia Artificial y la vigilancia.
(Con información de agencias)