Después de años de exploración y extensa investigación, científicos han culminado en la cartografía de un continente perdido que se encuentra bajo las aguas del Pacífico Sur.
Este impresionante trozo de corteza continental, conocido como Zealandia o Te Riu-a-Mui en la lengua indígena Mori, ha sido meticulosamente estudiado por geólogos, revelando su sorprendente extensión y su importancia en la historia geológica de la Tierra.
A continuación, te contamos todo lo que menciona la National Geographic en un artículo sobre este tema:
Impresionante hallazgo: ¿cómo sería el mapa del mundo si Zealandia no estuviera sumergida?
El proceso de mapeo de Zealandia, que abarca más de 3.000.000 de kilómetros cuadrados, representa un hito en la investigación geológica y desafía la percepción convencional de Nueva Zelanda como un conjunto de islas.
Este continente sumergido es casi la mitad del tamaño de Australia, aunque la mayoría de él se encuentra bajo el océano. Los científicos, liderados por geólogos como Nick Mortimer y James Scott, han trabajado incansablemente para desvelar los secretos de Zealandia y entender su papel en el contexto geológico global.
James Scott, geólogo de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, describe el descubrimiento de Zealandia como revelador. Según Scott, Zealandia no es simplemente un conjunto de islas, sino un inmenso continente que ha permanecido oculto bajo las profundidades del Pacífico Sur durante millones de años.
Su mapeo completo, publicado en la revista Tectonics, ha arrojado luz sobre la verdadera magnitud de este continente submarino. La geocientífica Maria Seton de la Universidad de Sídney añade que Zealandia es una pieza faltante en el rompecabezas de la corteza continental de la Tierra.
Según ella, encaja perfectamente junto a los continentes cercanos de la Antártida y Australia, lo que permite a los geólogos investigar cómo Zealandia se formó y separó de las masas de tierra vecinas en la historia geológica.
Ciencia: ¿cómo realizaron los investigadores este enorme mapeo?
Para llevar a cabo el mapeo de este continente perdido, los científicos recolectaron muestras de rocas y utilizaron mapas magnéticos para entender su estructura.
Extrajeron cientos de kilos de granito y muestras sedimentarias del continente submarino. Estas muestras proporcionaron valiosos indicios sobre la geología de Zealandia.
Para analizar las muestras, se llevaron a cabo los siguientes pasos:
Trituración y tamizado de las rocas.
Separación de los minerales magnéticos de los no magnéticos.
Estudio detallado de los minerales restantes bajo el microscopio.
Identificación y análisis de cristales de circón.
Las muestras de granito, similares al que mostró Mortimer durante una videoconferencia, fueron trituradas y procesadas para extraer minerales cruciales.
Los cristales de circón, que miden aproximadamente un tercio de milímetro de longitud, jugaron un papel central en la investigación. Su estructura cristalina contiene una especie de reloj geológico que ayudó a los científicos a determinar la antigüedad de este continente perdido.
Rose Turnbull, geocientífica de GNS Science y coautora del estudio, explica que estos cristales de circón contienen uranio, un elemento radiactivo que se descompone con el tiempo en plomo.
Al medir la proporción de uranio y plomo en los cristales de circón, los científicos pueden determinar cuándo se formaron. En el caso de Zealandia, gran parte de la actividad volcánica que dio lugar a estas rocas ocurrió hace aproximadamente 100 millones de años, coincidiendo con la separación del supercontinente previo.
Continente perdido: el descubrimiento que podría cambiar millones de años de historia
El descubrimiento y mapeo completo de Zealandia ha abierto nuevas puertas en la investigación geológica. Al comprender la historia de Zealandia, los científicos pueden arrojar luz sobre la evolución de la corteza continental de la Tierra a lo largo de vastas escalas de tiempo.
Este continente sumergido es una pieza fundamental del rompecabezas geológico de nuestro planeta y su estudio tiene implicaciones que trascienden sus fronteras. También nos recuerda que la Tierra es un lugar en constante cambio, donde continentes enteros pueden emerger y desaparecer con el paso del tiempo.Según las investigaciones, la corteza continental de la Tierra sigue un ciclo general:
Los continentes se comprimen formando supercontinentes.
Luego esos supercontinentes se dividen en varios continentes más pequeños.
Finalmente, las tierras se vuelven a unir en un proceso que se repite a lo largo de cientos de millones de años.
En el futuro, dentro de aproximadamente 250 millones de años, se cree que los continentes actuales volverán a unirse, marcando un nuevo capítulo en la evolución de la corteza terrestre.