La llamada transformación curricular llega este lunes a su penúltima parada de implementación. Porque el segundo ciclo de Primaria (tercer, cuarto, quinto y sexto grado), así como el primer año de la educación media superior (otrora cuarto de liceo o UTU) pasan a tener desde hoy nuevos programas.
En la escuela, donde la reforma ya había iniciado el año pasado y donde los cambios de reglamento ya estaban implementándose de facto, la modificación principal consiste en la ejecución de los programas de estudio en base a competencias que la Administración Nacional de Educación Pública aprobó en el segundo semestre de 2023. Y pueden leer aquí.
Inés Guimaraens
Escuela n°405 (Punta de Rieles).
En el bachillerato, por su parte, la transformación comienza su implementación con todos los cambios: un nuevo plan, nuevos programas (incluyendo la discutida “eliminación” del término Terrorismo de Estado dentro del programa de Historia de cuarto de liceo y UTU), y el nuevo reglamento de pasaje de grado.
Dado que cerca de un tercio de los estudiantes no promueve el año cuando llega al bachillerato, dado que un tercio de los alumnos cursa los últimos grados de la enseñanza obligatoria con extraedad, que uno de cada siete abandona y muchos no acaban el último ciclo, el espíritu de la reforma apunta a que el tránsito entre UTU y Secundaria sea más fluido (navegable), que el estudiante elija parte de sus cursos según sus intereses, y que las competencias sean los más abarcativas posible y no tan específicas como supone la división actual.
En el primer año de bachillerato (o de educación media superior como se le dice ahora), habrá un tronco de asignaturas en común como existía hasta ahora. La diferencia es que se le dará más énfasis al Inglés, la comunicación (dada por docentes de Literatura) y Matemáticas. Luego cada subsistema tendrá sus modalidades específicas que los estudiantes podrán revalidar si es que se cambian de un liceo a UTU o viceversa. Eso les permite a los estudiantes navegar con más fluidez.
Los liceos ofrecerán como optativa Astronomía, una asignatura que hasta ahora era obligatoria y que, según lo discutido en las ATD, el cambio a régimen optativo “es contradictorio con la postura del gobierno de crear una agencia espacial”. Pero no se quita y la implementación fue hecha de tal manera que todos los liceos cuenten con esos talleres. También habrán optativas de Salud y Recreación, Educación en Patrimonio, Argumentación y Debate (Filosofía), Emprendedurismo, y Territorio, ambiente y sociedad (Geografía).
En UTU, donde ya se trabajaba por áreas, habrá una reducción de las opciones de bachilleratos tecnológicos: se pasa de una veintena a 12. Sí siguen otros bachilleratos por fuera que son con convenios internacionales (como Marítimo) o especiales como Figari.
Los cambios en los últimos dos grados de la enseñanza obligatoria (quinto y sexto de bachillerato) quedan postergados para el próximo año lectivo. ¿Por qué? La decisión obedece a dos principios: la gradualidad (no hacer todo el cambio de golpe) y los tiempos.