El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que el producto mundial se expandirá un 3,1% durante este año, estimación que supone una mejora de 0,2 puntos porcentuales con relación a la última previsión, dinámica que explica –según el organismo– el mayor optimismo que existe entre las principales economías, que conseguirán bajar la inflación sin caer en recesión.
De acuerdo al reporte sobre Perspectivas Económicas Mundiales, el alza de la proyección responde a una “resiliencia mayor que la esperada en Estados Unidos y en otras economías emergentes y en desarrollo, así como el estímulo fiscal en China”.
El organismo, sin embargo, advirtió que la expansión esperada tanto para este año como para el próximo es menor al promedio histórico registrado entre 2000 y 2019, cuando el mundo crecía en torno al 3,8% anual.
Los analistas del FMI señalaron que la ralentización se debe a las “elevadas tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación, la reducción de los estímulos fiscales y los altos niveles de endeudamiento, así como a un bajo crecimiento subyacente de la productividad”.
Con relación a los países que el organismo toma en cuenta en su estudio, el informe proyecta un crecimiento del 2,1% para Estados Unidos durante este año, lo que representa 0,6 puntos porcentuales más de lo estimado originalmente en base a un consumo mayor al esperado, aunque menor al 2,5% de 2023 por el impacto en la demanda debido a los incrementos de las tasas.
El informe agrega que la Eurozona avanzaría un 0,9%, con proyecciones del 0,5% para Alemania, del 1% para Francia, del 0,7% para Italia y del 1,5% para España. Si se toman únicamente a los países considerados como “avanzados”, estos crecerían 2,1%, pero por debajo del 4,1% de las “economías emergentes y en desarrollo”.
En el caso de China, su crecimiento del 5,2% de 2023, uno de los menores en décadas, se desaceleraría aún más este año al 4,6%, pese a ser mejor que el 4,2% originalmente proyectado, mientras que India avanzaría 6,5%.
En Latinoamérica y el Caribe, en tanto, la expansión de la economía se desaceleraría del 2,5% que marcó en 2023 al 1,9% en 2024, un descenso de 0,4 puntos porcentuales frente a lo originalmente previsto, mayormente debido a la revisión a la baja de la Argentina, que registraría una contracción del 2,8%. No obstante, la expansión de la región volvería a ser del 2,5% en 2025.
En cuanto a la inflación global, el FMI prevé un avance de los precios del 5,8% para este año y del 4,4% para 2025, con una desaceleración más fuerte en las economías avanzadas respecto de las emergentes.
Los pronósticos asumen que los precios de las commodities seguirán bajando este año y el próximo, y que las tasas de interés comenzarán a reducirse desde mediados de este año, como en los casos de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra.
“Con la desinflación y un crecimiento sólido, las positividades de un aterrizaje duro se redujeron, y los riesgos al crecimiento global están balanceados”, indicó el FMI. En otras palabras: muchos países lograrían un “aterrizaje suave” de sus economías al conseguir reducir la inflación subiendo las tasas de interés, sin generar una recesión.
De todos modos, el FMI advirtió sobre diversos riesgos, como la posibilidad de “nuevas escaladas de los precios de las commodities por shocks geopolíticos, la continuidad de los ataques en el mar Rojo”, una “persistencia en la inflación subyacente” que llevaría a mantener tasas altas por más tiempo y una “profundización de las complicaciones del sector inmobiliario en China”.
(Con información de agencias)