En Ituzaingó, localidad de San José, en un predio familiar próximo a la ruta 79, durante 15 años se ha desarrollado un emprendimiento que se puede considerar ejemplo de esa frase que expresan quienes apuestan al optimismo, aún en momento difíciles: ¡Sí, se puede!
Donde viven, Florencia Fernández y Gonzalo Alesandri dirigen la empresa Golden Crop, con producción de hongos shiitake, un proceso biotecnológico y la comercialización de un complemento alimenticio.
En 2009 decidieron dedicarse a producir hongos y optaron por el shiitake, una seta milenaria, dados sus múltiples beneficios para la salud humana.
Gonzalo, ingeniero agrónomo, junto a Florencia, CEO de la empresa, en su charla con El Observador recordaron que era un cultivo muy poco conocido y que inicialmente lo produjeron para venderlo como alimento, a restaurantes y supermercados de la zona.
La producción es dentro de invernáculos.
Un paso para crecer
Tras unos años de experiencias acumuladas, con el know how necesario, habiendo aprendido de algunos errores y estabilizado el proceso productivo, llegó la decisión en 2017 de dar otro paso, transformar los hongos shiitake en un complemento alimenticio.
Se registró a la empresa como una SRL y a fines de 2022 concluyó el proceso de registro del producto en el Ministerio de Salud Pública (MSP), dado que los desarrollos biotecnológicos, en este caso un complemento alimenticio, si bien no son medicamentos deben estar registrados en ese ministerio.
Hongos, la presentación y las cápsulas que contiene.
El lanzamiento al mercado sucedió hace poco más de un año y la comercialización se realiza en farmacias y tiendas de productos naturales. Comenzaron en la zona donde viven y producen, en San José, extendiéndose enseguida a Florida, Canelones, Montevideo y Maldonado. Existe, precisaron, la posibilidad de responder a demandas que puedan llegar desde todo el territorio nacional.
En el sitio en Internet goldencrop.com.uy, al igual que en las redes sociales que utilizan estos jóvenes, hay información adicional sobre el proceso productivo, el producto y sus beneficios.
El producto, Biocaps Shiitake, tiene de momento solo una presentación, en frascos con 90 cápsulas (de 200 mg), no obstante están dados los primeros pasos para llegar al mercado más adelante con otros productos.
Sobre el consumo, se recomienda tres cápsulas diarias (un frasco da para un mes), pero hay gente que aumenta esa dosis, sin problemas dado que se trata de un producto carente de contraindicaciones.
“Cada cápsula solo tiene como ingrediente lo que obtenemos del hongo, no hay nada agregado, por eso es posible reforzar un tratamiento duplicando la dosis, no hay contraindicaciones, es una herramienta para prevenir problemas de salud o reforzar de forma natural un tratamiento con un producto totalmente orgánico, es 100% seguro”, afirmaron.
No sustituye ni las prácticas recomendadas como una dieta sana o hacer ejercicio, tampoco el medicamento que la persona pueda tomar, sí apoya al tratamiento y ayuda a prevenir enfermedades, dado que potencia el sistema inmunológico.
Ayuda a regular los niveles elevados de hipertensión, colesterol y azúcar en sangre, es un antioxidante natural y uno de sus componentes es uno de los anticancerígenos naturales más potentes que existen.
Los hongos crecen en troncos.
Cultivo en troncos
En la fase agronómica el proceso es lento, demanda varios meses.
Se parte de una siembra del micelio del hongo en troncos de un metro de largo. Los troncos están en invernáculos, en condiciones controladas. En determinado momento se los sumerge en agua fría para que los hongos surjan desde el tronco.
El proceso es constante, diagramado de tal modo que permanentemente haya cosecha de hongos.
Cuando el hongo se desarrolló por completo, se lo cosecha y traslada a un laboratorio, también registrado en el MSP, para ser objeto de un proceso biotecnológico más corto en tiempo, que permite concentrar todos los beneficios del hongo –que es 90% agua– en la cápsula, mediante procesos de deshidratado y obtención de extractos, básicamente.
El producto final.
De Ituzaingó al resto del mundo
Otro desafío trazado es colocar el producto en el exterior. En ese sentido, Florencia y Gonzalo informaron que hubo avances respondiendo al interés de dos cadenas de farmacias y empresas de Paraguay, con el foco puesto además en exportar a Canadá y Estados Unidos, al menos en un comienzo.
Finalmente, destacaron que hubo dos colaboraciones que fueron clave para que todo esto haya ido por el camino correcto y lo destacaron especialmente: la incubadora de empresas KhemBio del Parque Científico y Tecnológico de Pando y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).