El Ferrocarril Central, que trasladará la pasta de celulosa desde la segunda planta de UPM hasta el puerto de Montevideo, estará operativo en los próximos meses. Sin embargo, en el final de obra los constructores se encontraron con un nuevo inconveniente: los robos de cable de fibra óptica.
El proyecto desarrollado por el Grupo Vía Central, compuesto por las compañías uruguayas Saceem y Berkes, la española Sacyr y la francesa NGE, se encuentra en su etapa final. Ya se realizan las primeras pruebas y se aguarda que en marzo o abril comiencen a circular primeros trenes de carga.
El 4 de diciembre se efectuó el primer viaje de la locomotora que conectará Pueblo Centenario con Montevideo. Al mismo tiempo se lleva adelante un período de prueba y capacitaciones que se desarrollarán durante los primeros meses de este año.
Leonardo Carreño
“Estimamos que por abril o mayo se estará ya transportando la carga de UPM”, dijo días atrás el ministro de Transporte, José Luis Falero.
Sin embargo, el grupo constructor se encontró con un problema adicional que más allá de dificultar el final de obra también podría traer consecuencias a futuro.
El vicepresidente comercial y de operaciones de Saceem, Alejandro Ruibal, dijo este martes que se están verificando robos de cables de fibra óptica. “El Ferrocarril Central es algo nuevo y está siendo vandalizado. Los cables no sirven para nada, pero los cortan y los roban. El cobre es muy poco, eso es lo que duele”, señaló.
Inés Guimaraens
Alejandaro Ruibal
El empresario indicó que los robos son en Montevideo, Canelones y Durazno y están generando problemas con la señalización.
Ruibal informó que esa situación es observada en conjunto con las autoridades e incluso se evalúa la firma de un convenio con el Ministerio de Defensa para que se realicen mayores controles en las zonas en las que se están produciendo los inconvenientes. A su vez, el grupo constructor está colocando más seguridad en el recorrido de la obra.
“Hay que entender que va a venir un ferrocarril de verdad. No se puede estar haciendo este tipo de daños, porque si hay un accidente no va a ser el de un tren chiquito a 40 kilómetros por hora”, expresó.
“Se debe tener mucho cuidado y concientizar a la gene que hay que cuidar la infraestructura”, añadió Ruibal.