Francia abandonará el indicador que usa para medir el uso de pesticidas, un modelo defendido por las oenegés ecologistas, pero criticado por la poderosa Federación Nacional de Productores Agropecuarios (FNSEA, por sus siglas en francés).
“Les anuncio que el indicador de referencia para el seguimiento de nuestro objetivo de reducción del uso de productos fitosanitarios ya no será el NODU francés, sino el indicador europeo”, declaró el primer ministro, Gabriel Attal.
“Era una demanda de nuestros agricultores”, añadió Attal, en un intento por desactivar nuevas protestas del sector antes del salón internacional de la agricultura de París y poco después de las masivas manifestaciones de productores en reclamo de mejoras para el sector.
Francia busca reducir el uso de pesticidas en un 50% para 2030, “un objetivo al que el gobierno no ha renunciado”, insistió Attal
A pesar de los signos de buena voluntad del ejecutivo centrista, los agricultores amenazan con “pasar de nuevo a la acción” si el ejecutivo no cumple las promesas que desactivaron sus protestas hace más de diez días.
Para desactivar las protestas agrarias, que bloquearon durante días varias las autopistas del país, el gobierno de Macron realizó tres series de anuncios por al menos US$ 430 millones en beneficios para el sector.
Entre estos figura un mayor control del origen de los productos, ayudas al sector ganadero y la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas, así como la negativa a firmar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque sudamericano del Mercosur.
Para simplificar la actividad de los agricultores, el primer ministro también se comprometió a “facilitar” la atribución de visados para que los trabajadores temporales extranjeros puedan trabajar en explotaciones agrícolas francesas.
El gobierno ya había anunciado una “pausa” del plan de reducción de productos fitosanitarios y que podría adoptar el indicador de medición europeo, que añade un factor de toxicidad molecular, indicador criticado por las oenegés por sus insuficiencias, incluso por las autoridades de Bruselas.
El indicador de medición europeo, el HRI-1, también conocido como Indicador de Riesgo Armonizado para Pesticidas, se basa principalmente en la peligrosidad de los ingredientes activos, herramienta que fue implementada en 2020 por la Unión Europea (UE).
Sin embargo, desde 2016, Francia utiliza el NODU, conocido como “Número de Dosis por Unidad”, indicador que pondera más los volúmenes de pesticidas en función de las superficies tratadas que las sustancias activas.
En Bruselas, el HRI-1 ha sido criticado desde su llegada. En febrero de 2020, el Tribunal de Cuentas Europeo concluyó que para lograr sus objetivos, la Comisión Europea “debería mejorar” los indicadores HRI-1, o bien “desarrollar otros nuevos” que tengan más en cuenta las especificidades culturales y los volúmenes de las sustancias activas.
Por su parte, las oenegés europeas reclaman un indicador mixto que tenga en cuenta varios factores para conciliar la producción, la conservación del medio ambiente y la salud de las personas.
(Con información de AFP)