La senadora nacionalista Graciela Bianchi recibió este miércoles el Premio Jerusalén, entregado por la Organización Sionista del Uruguay (OSU) y que en 2022 había recibido el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, así como los otros cinco presidentes de la posdictadura.

“Hace muchos años que yo defiendo la causa de Israel, no empecé ahora después del 7 de octubre. Si ustedes recuerdan yo fui una de las primeras que hablé de la actividad de Hezbolá en la zona, del asesinato del fiscal (Alberto) Nisman, de las conexiones que tenemos en nuestro territorio con el yihadismo islámico. En aquel momento fui tratada de loca. La verdad es hija del tiempo, entonces siempre estuve comprometida con la causa de Israel porque es la causa de occidente“, dijo Bianchi en rueda de prensa antes de recibir el premio.

En 2018, la senadora dijo tener pruebas de que Hezbolá había actuado desde Uruguay para llevar adelante el homicidio del fiscal argentino Alberto Nisman.

“Se sabe que la logística, parte de la organización, las reuniones de la gente de Hezbolá con funcionarios argentinos que participaron también en el homicidio se hicieron acá. Las células que operan en Uruguay por ahora están no activas desde el punto de vista de atentados, pero sí tienen una base de funcionamiento para la organización y para la obtención de dinero“, había dicho en ese entonces.

Ahora, Bianchi señaló que defiende la causa de Israel porque “es una democracia”.

“Siempre nos van a encontrar del lado de las democracias. Siempre fue una democracia desde que se formó. Es una democracia que se está enfrentando a terroristas. No es un problema con los palestinos. Es un problema con el terrorismo de Hamás que tiene tentáculos de Hezbolá, de Isis y el apoyo de Irán“, aseguró.

“No es un problema de diferencias étnicas o raciales. Es si estamos a favor de las democracias o en contra de las teocracias autócratas peligrosas para occidente“, aseveró.

A su vez, dijo que por defender a Israel sufrió atentados. “En otras épocas he sufrido atentados en mi casa, que no hice denuncias públicas pero es la prueba de que están entre nosotros. Que el nazismo, el fascismo está entre nosotros y es algo con lo que tenemos que vivir“.

Desde 1990, cuando se empezó a entregar el premio, solo una mujer lo había recibido. Fue la periodista Blanca Rodríguez en 2009.

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