Decenas de miles de embarazos han sido el resultado de violaciones en estados donde el aborto no es una opción legal, estiman los investigadores en un nuevo estudio. El estudio, publicado este miércoles en la revista JAMA Internal Medicine, es el resultado de un equipo de investigadores de Planned Parenthood, Resound Research for Reproductive Health.
Estas instituciones académicas de Estados Unidos utilizaron una combinación de encuestas sobre crimen y violencia sexual para estimar que hubo alrededor de 520.000 violaciones que llevaron a 64.565 embarazos desde que se promulgaron las prohibiciones del aborto en 14 estados.
El estudio no aclara el lapso de tiempo estudiado porque lo importante es la relación entre la vida de la víctima de violación y la posibilidad de evitar tener un hijo producto de ese crimen.
Otra investigación encontró que hubo menos de 10 abortos cada mes en estados con prohibiciones, lo que sugiere que la mayoría de las víctimas no pudieron abortar en los estados donde viven, incluso aquellos donde la ley permite excepciones por violación.
“Restringir el acceso al aborto a las sobrevivientes de violación puede tener consecuencias particularmente devastadoras”, escribieron los editores de la revista médica en una nota sobre la nueva investigación.
“Se desconoce si estas sobrevivientes de violación tuvieron abortos ilegales, recibieron abortos con medicamentos por correo, viajaron a otros estados o llevaron al niño al nacimiento”. Sin embargo, aproximadamente uno de cada cinco adultos en Estados Unidos afirma que el aborto debería ser legal en todos los casos, según una encuesta de 2022 del Pew Research Center.
Otra estadística da como resultado que casi el 70% de los adultos dice que el aborto debería ser legal si el embarazo es resultado de una violación. Pero los expertos dicen que buscar cuáles deben ser las excepciones es un problema.
“Al igual que muchas excepciones incluidas en las prohibiciones del aborto, una excepción para las víctimas de violación puede parecer una solución razonable, pero en la práctica puede crear más trauma y peligro para los pacientes que ya han experimentado un evento traumático”, dijo Sami Heywood, ginecólogo obstetra en Illinois y miembro del grupo de defensa Médicos para la Salud Reproductiva que no participó en la nueva investigación.
“Ningún otro tipo de atención médica está reservada únicamente para personas que puedan demostrar que se cometió un delito. Ésa no es una forma ética de practicar la medicina. Es cruel obligar a personas que ya han sido víctimas a saltar barreras legales y logísticas que causan más daño”, agrega Sami Heywood.
Es posible que los médicos no siempre hagan la pregunta y que las víctimas no quieran revelar esta historia. “Aquellas que quedan embarazadas después de una violación pueden tardar más en reconocer un embarazo que otras personas embarazadas, y puede haber factores relacionados con la respuesta al trauma que explica esto”, dice Rachel Perry, profesora asociada de obstetricia y ginecología en el Universidad de California, Irvine.
Este retraso puede significar que el aborto con medicamentos, sugerido hasta las 10 semanas de gestación, no sea una opción y las víctimas podrían tener que viajar distancias largas hasta encontrar un lugar donde hacer esa práctica.
Además, las víctimas de violación a menudo conocen a su agresor y pueden vivir con él. “Puede resultarles especialmente imposible viajar fuera del estado para recibir atención de aborto. Puede ser especialmente peligroso para ellas intentar pedir pastillas en línea como lo hacen algunas personas”, aclara Samuel Dickman, director médico de Planned Parenthood de Montana y autor principal de la nueva investigación.
“Es una carga adicional en muchos sentidos”. Es difícil medir la frecuencia con la que se producen agresiones sexuales y Dickman reconoce que el estudio incluye muchas suposiciones estadísticas. Pero parte del trabajo es crear conciencia sobre un tema estigmatizado y analizar honestamente quiénes pueden verse afectados por las prohibiciones del aborto y las posibles excepciones.
“Si estas cifras parecen enormes, es porque lo son”, afirmó. Las estimaciones “ilustran algo que vemos todos los días cuando trabajamos en salud reproductiva y atención del aborto, pero que puede ser subestimado por el público en general, y deliberadamente por el tipo de personas que implementan prohibiciones sobre la atención del aborto”.
Idaho es uno de los cinco estados que tienen una excepción para la violación incluida en leyes que de otro modo prohibirían el aborto, y el nuevo estudio estima que hubo 1.436 embarazos como resultado de una violación en los 16 meses desde que la ley entró en vigor. “En ese estado el acceso al aborto es exactamente nulo”, dijo Dickman.
“Si esa estimación es demasiado alta, ¿qué cifra estaría bien? No creo que ningún número esté bien allí”, sentencia Dickman.