En la actualidad es de vital importancia proyectar los cimientos del crecimiento económico del país, es crucial realizarlo en conjunto con la utilización de energías saludables para el medio ambiente y comprometidas con la sustentabilidad del entorno. Por ello se enfoca la vista en el hidrógeno verde. El mismo se produce bajo un proceso de electrólisis provocada por energías renovables como la solar o eólica. Se basa en la descomposición de la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno, al ser una transformación que involucra a energías renovables en su elaboración, se obtiene el hidrógeno verde como un combustible sostenible y con índice de contaminación cero. La noble función del mismo radica en combatir a la descarbonización actual mediante la sustitución de combustibles fósiles (como el carbón o petróleo) en sectores cruciales donde radica el crecimiento del país, como el transporte o industria pesada.
Corría el año 2008 cuando Uruguay plantea su primera propuesta de transformación energética, con objetivos de diversificar las fuentes de energía y abastecimiento junto a la incorporación de energías renovables. Según “Energías renovables en Uruguay” el desarrollo energético ha presentado resultados extraordinarios ya que entre los años 2017 y 2021 el 94% de la utilización energética proviene de energías renovables, siendo un 52% eólica, solar y biomasa y un 42% hidroeléctrica, logrando así disminuir significativamente las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente.
Se encuentra en los planes del país, poner en vista el desafío de descarbonización dentro del consumo de energía. Con buenos resultados en la primera transición energética mencionada, se centra el foco en la sustentabilidad de otros sectores con lazos de dependencia en energías no amigables como el petróleo. El principal actor en la actualidad es el sector del transporte, rubro que se encuentra fuertemente enlazado con el crecimiento del país. Es así como el país encamina un proceso hacia un siguiente paso en la transición energética, con elementos innovadores como lo son el hidrógeno verde y el transporte eléctrico. El hidrógeno verde se exhibe no solo como una oportunidad para revolucionar la economía mediante la descarbonización, sino a su vez, como una posibilidad comercial mediante su exportación.
Se logra visualizar en las proyecciones de largo plazo, que la demanda del hidrógeno crecerá de manera exhaustiva. En este sentido, se debe apostar por un desarrollo tecnológico focalizado y la implementación de políticas direccionadas a la descarbonización de la economía nacional, que en conjunto marcarán los tiempos de la evolución del mercado de hidrógeno verde.
El área del transporte pesado es un aspecto a ser considerado, ya que el mismo es el responsable de la emisión del 36% de gases de efecto invernadero dentro del transporte de carretera y su transformación al sistema de transporte eléctrico es complejo en el corto plazo. Según estimaciones de “Hoja de ruta de Hidrógeno Verde en Uruguay”2 para el año 2023, se estima 21.700 vehículos de estas características y para 2040, unos 23.300.
Dentro de la demanda externa del mismo, se logra identificar ciertos mercados como la Unión Europea, Reino Unido y EE.UU, considerando que componen regiones comprometidas fuertemente con la descarbonización y añadiendo que en el largo plazo podrían ocurrir desequilibrios en la estructura entre la demanda y oferta de los mencionados casos. Según estimaciones de “Hidrógeno verde y el potencial para Uruguay”3, el porcentaje total de demanda abastecida por los mercados de destino en 2030 sería 65% para EE.UU y la Unión Europea, y en vistas al año 2040 los valores pasarían a 85% y 65% respectivamente.
Uruguay podrá adoptar un papel exportador una vez se asiente con bases sólidas sobre el rubro; observando dicho papel, se logra plasmar cinco principales productos y derivados. El principal es el hidrógeno direccionado a abastecer la amplia demanda de transporte terrestre y la elaboración de energía eléctrica y calor, además de actuar de insumo para industrias siderúrgicas y refinería. Luego se encuentra la demanda por transporte marítimo, fomentado por la producción de e-metanol y amoniaco verde. Por último, combustibles como el e-jet fuel, en el rubro de la aviación impulsado por prácticas sustentables en dicho transporte (SAF4) y finalmente el hierro reducido (DRI5), ya que la elaboración de acero verde tiene como principal insumo al hidrógeno.
Para el país, existen voluminosas oportunidades para integrarse y aportar a la exportación del hidrógeno, dependerá así, de la gestación de un ambiente socio-económico e infraestructura adecuados para potenciar las virtudes del mismo; a su vez se debe tener en cuenta la carrera con la competencia relativa frente a potenciales países productores en la región como Chile, Argentina y Brasil.
A partir del análisis precedente, el hidrógeno verde se presenta como una oportunidad de continuar la transformación hacia la matriz energética, incorporándose a la misma como un elemento con investidura sustentable y proveniente de energías renovables, invirtiendo en los procesos de descarbonización en el escenario local e internacional. La construcción así de un ecosistema idóneo para la producción de hidrógeno, cultivará grandes inversiones y producirá empleos de calidad para Uruguay, los cuales se traducirán en riqueza para el país. Ergo, está en manos de Uruguay dedicarse a abastecer la mayor porción posible en lo que será la demanda de hidrógeno, de una manera competitiva.
1. Octavio Berruti obtuvo Mención especial en el Premio Academia Nacional de Economía 2022, por su trabajo: “Sector Agroalimentario, motor para un crecimiento sustentable en Uruguay”.
2. “Hoja de ruta hidrógeno verde en Uruguay”. MIEM. (2022, Junio)
3. “Hidrógeno verde y el potencial para Uruguay”. (BID). (2022, Diciembre)
4. Sustainable aviation fuel.
5. Direct reduced iron.