Rusia entra en su tercer año de guerra en Ucrania con una cantidad sin precedentes de efectivo en las arcas estatales, impulsadas por un récord de US$ 37.000 millones en ventas de petróleo crudo a India durante 2023.
Parte del crudo comprado a Rusia fue refinado en India y luego exportado a Estados Unidos como productos petrolíferos por valor de más de US$ 1.000 millones. Estas transacciones son posibles por el sobrante que le queda a un país de 1.400 millones de habitantes.
La explicación es que India aumentó sus compras de crudo ruso más de 13 veces en relación a las compras previas a la guerra, según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), un estudio hecho en convenio con la cadena estadounidense CNN.
La geopolítica da pie para esto: un socio de Washington, Nueva Delhi, resulta intermediario de negocios de Moscú precisamente con Washington.
Si bien las ventas de crudo ruso a India no están sujetas a sanciones y son totalmente legales, de acuerdo al estudio publicado por CNN “un examen de las rutas marítimas realizado por expertos sugiere que este enorme volumen de envíos podría involucrar a la llamada flota en la sombra de petroleros de crudo, creada especialmente por Moscú para disfrazar con quiénes comercia”.
De ese modo, el gobierno de Vladimir Putin consigue evitar las sanciones. La CNN dio cuenta de un caso concreto frente al puerto griego de Gition a principios de febrero: dos buques petroleros se acercaron para realizar el traspaso de crudo.
Ambos barcos llegaron de Rusia semanas antes. Uno es de una empresa con sede en India y el otro era propiedad de una persona sujeta a sanciones estadounidenses separadas, según la firma de monitoreo de envíos marítimos Pole Star Global.
“Las transferencias a veces se realizan legalmente, pero también se utilizan como táctica ilícita para evadir sanciones”, dijo David Tannenbaum, de Pole Star Global. “Se intenta confundir a las autoridades sobre de dónde proviene este petróleo y quién lo compra”. Decenas de transferencias similares ocurren cada semana en el golfo de Laconia en Grecia, un lugar en camino al Canal de Suez y a los mercados asiáticos.
A principios de febrero, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos implementó nuevas sanciones contra barcos y compañías sospechosas de mover crudo ruso.
A fines de 2022, una serie de países encabezados por Estados Unidos acordaron un límite de precio: no comprar crudo ruso por encima de los US$ 60 el barril. Esas naciones también prohibieron a sus compañías navieras y de seguros facilitar el comercio de crudo ruso por encima de ese precio.
“El límite de precios fue el verdadero detonante para la creación de la flota en la sombra”, dijo Viktor Katona, jefe de análisis de petróleo crudo de la firma de investigación comercial Kpler. “Cuanto más largas sean las cadenas de suministro, más difícil es detectar las transferencias de barco a barco, más difícil sería determinar el costo real de un barril ruso”.
Pole Star Global examinó la misma ruta frente a la costa griega y encontró que en 2023 hubo más de 200 viajes de barcos provenientes de Rusia que traspasaron a barcos que se dirigían a India.
Tannenbaum dijo que la empresa “sospecha” que el motivo principal de estas transferencias es evadir las sanciones, ya que “casi todos estos buques” tienen una conexión con Estados Unidos o con la Unión Europea y, en consecuencia, están sujetos al límite de US$ 60 el barril.
Ami Daniel, director ejecutivo de Windward, hizo una evaluación similar: “Eso es parte de un esfuerzo metódico y sistémico de Rusia para hacer todo mucho más complicado”. Según él, la elusión de sanciones es “gigantesco”.
“Realmente se necesitaba una razón para transferir más de 60 millones de barriles en medio del océano y exportarlos a la India porque es mucho más fácil no hacerlo que navegar directamente”, sostuvo con lógica elemental.
La “flota en la sombra” permite a Rusia contar con una estructura marítima paralela capaz de hacer frente a las sanciones, a través de cientos de barcos petroleros de propiedad opaca u oculta a través de rutas complejas. Windward estima que esta flota creció a 1.800 buques en 2023.
El impacto de la compra de crudo por parte de India favorece a Moscú. Los ingresos de Rusia llegaron a US$ 320.000 millones en 2023. Según analistas, un tercio de ese dinero es lo que gastó Moscú en la guerra con Ucrania el año pasado.
Según un análisis de datos públicos del Ministerio de Finanzas ruso realizado por el economista de RAND Howard Shatz, los ingresos y gastos federales rusos alcanzaron su máximo histórico en 2023.
Sin embargo, “a pesar del aumento de los ingresos, el déficit presupuestario federal ruso alcanzó su tercer nivel más alto, solo superado por los gastos de 2022 y 2020”, en el primer caso por la guerra, en el segundo por la pandemia del Covid-19.
India justifica sus compras a Rusia como una forma de mantener bajos los precios globales, ya que no compite con las naciones occidentales por el petróleo de Medio Oriente. El Ministro de Petróleo y Gas Natural de India, Hardeep Singh Puri, declaró a la cadena dijo a la cadena estadounidense CNBC la semana pasada: “Si comenzamos a comprar más petróleo de Medio Oriente, el precio del petróleo no será de US$ 75 sino de US$ 150”.
El complejo papel de India en el comercio mundial de petróleo también se refleja en el destino de los productos petroleros en los que se convierte el crudo ruso. Parte del crudo se refina para obtener productos en plantas de su costa occidental y luego se exporta a Estados Unidos y a otros países que firmaron sanciones contra el petróleo ruso. Los productos refinados fuera de Rusia no están cubiertos por sanciones, una omisión que los críticos llaman una “laguna jurídica de la refinería”.