A veces la palabra “innovación” parece demasiado para lo que hacemos en nuestra empresa, sobre todo si es una pyme. Puede sonar a cosa grandiosa, altamente tecnológica, algo que sólo hacen “las grandes empresas”. En realidad no necesariamente.

Desempaquetando: innovación en la práctica incluye desarrollar un nuevo producto. O mejorar significativamente un servicio. O cambiar un proceso para atender mejor, mediante aprender algo nuevo o incorporar una nueva herramienta.

Por ejemplo atiendo un taller de servicios automotrices y hago una mejora en el agendamiento para que las personas puedan agendarse por whatsapp e incluso ofrecer incentivos para que concurran a las horas en las que el taller trabaja poco. Puede implementarse de distintas maneras: desde una persona atendiendo por esa vía hasta una aplicación automática.

Otro ejemplo: importo equipos de una marca extranjera y los instalo. Hay toda una serie en su catálogo que no utilizo aún, porque no se si funcionarán en nuestro mercado. Negocio muestras, pruebo con clientes amigos, mido la disposición a pagar, estimo números para todo el mercado. Aprendiendo durante ese proceso, decido integrar los nuevos productos.

Ya quedó más aterrizado, ¿verdad?. En ambos casos innové. Y no fue algo tan superavanzado.

“Somos siempre los mismos para todo”

En general el recurso escaso para hacer cosas nuevas para una PYME es la capacidad de atención del fundador y sus colaboradores cercanos.

Se dice falta de tiempo o de prioridad o de recursos, pero sobre todo es el tiempo de “pienso de calidad” de una o unas pocas personas que están usando múltiples sombreros resolviendo todo tipo de desafíos mientras operan la diaria.

Así que cualquier proceso, en este caso el de innovar, tiene que estar adaptado a gente que le prestan atención cuando pueden. Pero en particular crear algo nuevo exige atención dedicada y sostenida. Así que aquí tenemos un desafío.

Algunas recomendaciones prácticas para innovar en pymes

            1.Usa un proceso interrumpible

Esta tiene dos partes a) un proceso, b) interrumpible.

Un proceso: usa un proceso para innovar. No es tanto inspirarse para tener ideas o “pensar diferente”, estas generalidades no son muy prácticas.

Mejor adopta un proceso más práctico. Por ejemplo un mini proceso de 4 pasos: definir la propuesta desde el lado del cliente, pensar en algunas alternativas, probar y refinar hasta que quede implementado en la rutina diaria.

Este proceso práctico también requiere que te concentres en una o unas pocas propuestas, en lugar de dispersarte en muchas iniciativas.

La otra parte es: interrumpible. Por ejemplo, cada vez que trabajes con tu equipo en una de estas ideas, todos los documento o archivos los ponen en una carpeta compartida. Así pueden ver rápidamente en qué quedaron la última vez que trabajaron para el proyecto.

Los correos que se envían tienen en el asunto el nombre de la iniciativa. Hacen un grupo de whatsapp para ese tema, o una conversación en el sistema que usen. O una carpeta de cartulina si no usan nada de eso.

¿Para qué todo eso? Para no tener que perder el escaso tiempo de calidad revolviendo correos y archivos para ver en qué habían quedado.

           2.Roba tiempo

Círculo vicioso: no se muy bien cómo avanzar con la idea, además tiene bastante incertidumbre, entonces priorizo otras cosas, entonces “no tengo tiempo” para ella, entonces no avanzo ni aprendo cómo avanzar.

Sobre todo al principio, te puedes perder un poco. Es normal. En este punto una de las claves está en agendártelo como si fuera una reunión para dedicarle tiempo concentrado.

Utiliza los momentos del día en que estás mentalmente mejor. Evita interrupciones. Una hora enfocada vale más que media hora “mechada” casualmente entre llamadas, o que intentar en vano bloquear dos o tres horas que raramente tendrás.

Es mejor pensar que el tiempo para crear algo nuevo no va a aparecer por sí solo. Será necesario crearlo.

           3.Consigue ayuda

Algo de ese tiempo creado lo puedes dedicar a aprender sobre los apoyos disponibles para tus iniciativas. Algunos lugares para empezar son ANII, ANDE, MIEM-MiPYMEs, Inefop. Todos ellos tienen ejecutivos con rodaje que tienen intención de ayudar.

A veces la vida del líder pyme es bastante demandante. Te puede costar levantar la mirada para ver hacia fuera. Por eso podemos usar algo de este “tiempo robado” e invertirlo en abrir el horizonte.

Si, se puede.

No es que las pymes no creen propuestas nuevas. Todo el tiempo están generando propuestas.

Pero quizás hay posiblidades de hacerlo con más continuidad usando un concepto de innovación más accesible, adoptando un método que podamos retomar, haciéndonos tiempo de calidad mental y apoyándonos en el ecosistema que para eso está.

 

*Emilio Oteiza es consultor y docente en innovación, fundador de Ignite consultoría en innovación.

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