El coordinador del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, anunció que se abrió el llamado para las ONG que participarán en el programa “Barrios sin Violencia” , basado en el programa internacional Cure Violence, dedicado a formar referentes barriales para interrumpir focos de violencia en los diferentes barrios.
“Es una medida que va al centro de la seguridad preventiva, porque complementa lo policial con la sociedad civil, todo esto con el apoyo internacional de Cure Violence, que ya ha implementado programas de estas características en más de 100 ciudades del mundo con una evidencia empirica que lo respalda“, dijo Sanjurjo ante la Comisión Permanente del Parlamento.
Sanjurjo anunció que el programa se implementará, en principio, en dos zonas. La primera será Peñarol, Casavalle, Manga, Marconi, Las Acacias y Villa Española. La segunda abarcará Casabó, La Paloma, La Teja, Tres Ombúes y Cerro Norte.
“Se va a contratar a dos organizaciones civiles uruguayas, las cuáles tendrán que tener experiencia en estos barrios e implementar un equipo de mediadores, interruptores y técnicos. Hoy se abrió el llamado para la contratación“. A su vez, señaló que el informe de prefactibilidad realizado por Cure Violence concluye que Montevideo “tiene las condiciones para adaptar el modelo de interrupción y supone campo fértil para implementar metodología de interrupción”.
La capacitación de los equipos estarán a cargo de Cure Violence y se espera que para marzo los equipos ya estén trabajando en territorio.
El programa Cure Violence, que surgió en Chicago y se extendió a buena parte de América Latina, concibe a la violencia como focos contagiosos que hay que combatir desde dentro de los barrios más conflictivos. Este programa que llevará a cabo Sanjurjo, ya había sido anunciado en la gestión del ministro Heber.
Para financiar ese programa el gobierno autorizó destinar US$ 2 millones de un préstamo del BID, como informó El País. Luego de haber enviado a representantes en setiembre, y de evaluar que en Uruguay el programa puede funcionar, se definió avanzar. Liberado el dinero se realizó el llamado para seleccionar a las ONG locales que trabajarán, supervisadas por la organización internacional, para captar y formar a los “interruptores”, referentes barriales que trabajarán en las zonas para detectar e interrumpir posibles hechos de violencia.
“Para ello, conforma un equipo de mediadores, conformado por líderes comunitarios criados e integradas culturalmente en las comunidades de riesgo, que trabajan en el terreno para interrumpir la transmisión de la violencia y prevenir su propagación futura. Lo consiguen estableciendo una red de contactos locales que les permite advertir conflictos y recibir pedidos de ayuda de los involucrados, sus familiares o amigos”, describe el Ministerio en su estrategia.
“Tras la detección, los mediadores contactan a los implicados, se reúnen con ellos personalmente y aplican métodos de mediación como puede ser brindar ayuda, replantear situaciones, ofrecer nuevas perspectivas o advertir de consecuencias”, señala.
Sanjurjo dio el anuncio cuando se estaba dedicando a repasar el estado de las 16 medidas que se acordaron en la mesa interpartidaria de Seguridad y que se encuentran en la Estrategia de Seguridad Integral y Preventiva. Señaló que hay 14 en proceso de formulación, de esas ya hay dos en proceso de seguimiento y otras dos que fueron suspendidas porque no contaron con el apoyo de todos los partidos políticos.