Pedro Castillo, quien pasó su primera noche en la sede de la Diroes, fue detenido en flagrancia por rebelión y conspiración; y pasaría hasta 20 años en la prisión. El exjefe de Estado, que fue vacado por el Congreso de la República, acumula más de 200 escándalos en su gestión desde sobornos hasta dirigir una organización criminal en Palacio de Gobierno.