Biden pretende elevar su agenda global en la ONU aunque los principales líderes no asistan a la reunión
Foto de archivo. El presidente Joe Biden pronuncia un discurso en Virginia Beach, Virginia, el 28 de febrero. (Anna Moneymaker/Getty Images/Archivo)
La Casa Blanca se está encogiendo de hombros ante la preocupación de que la Asamblea General de las Naciones Unidas no tenga un gran impacto político este año. El presidente Joe Biden pronunciará un discurso este martes ante una audiencia en la que faltarán varios jefes de Estado clave.
En su discurso ante la 78ª Asamblea General de la ONU, Biden “expondrá al mundo las medidas que él y su administración han tomado para trabajar con otros con el fin de resolver los retos más graves del mundo”, declaró a la prensa un alto cargo de la administración.
“Expondrá su visión de cómo los países, trabajando en el marco de instituciones internacionales reformadas y modernizadas, pueden aprovechar sus esfuerzos para poner fin a los conflictos, defender los derechos humanos y el Estado de derecho, y ayudar a los países a desarrollar sus economías”, añadió el funcionario.
También se espera que Biden se refiera a los “importantes éxitos en política exterior” de su presidencia, defendiendo el papel de Estados Unidos en el mundo de cara a la campaña presidencial de 2024. Mientras el presidente busca un segundo mandato, existe cierta inquietud entre los líderes mundiales sobre cómo podría ser ese papel tras las elecciones del próximo año.
Biden y Netanyahu se reunirán este miércoles y, según un alto funcionario, “discutirán una serie de asuntos bilaterales y regionales centrados en los valores democráticos compartidos entre nuestros dos países y una visión para una región más estable y próspera e integrada, así como compararán notas sobre cómo contrarrestar y disuadir eficazmente a Irán”.
Pero con las ausencias de alto nivel de Rusia, China, Francia y el Reino Unido -todos ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU-, la administración Biden se verá relegada a compromisos de menor nivel con aliados y adversarios clave, todo ello con la esperanza de elevar el punto de vista de Estados Unidos sobre las infraestructuras mundiales, la seguridad alimentaria, los valores democráticos y la soberanía territorial.