El juez del histórico juicio que enfrenta el expresidente Donald Trump en Nueva York ya seleccionó a siete de los doce miembros del jurado que se encargaran de juzgar al magnate, al que además advirtió que no tolerará “intimidaciones” en la sala.
En un proceso que parece ir más rápido de lo previsto, al final del martes el juez ya había seleccionado y tomado juramento a siete de los doce miembros que compondrán el jurado, además de seis suplentes, en este mediático juicio donde por primera vez en la historia de los Estados Unidos un expresidente es juzgado en un proceso penal.
Los elegidos hasta ahora son profesionales de diferentes orígenes que han sido sometidos a un proceso de selección en el que se les ha preguntado por su trabajo, dónde viven, su situación familiar, si toman medicamentos que pueden afectar su concentración, qué diarios leen o qué redes sociales utilizan, o si se sienten capaces de juzgar con equidad un caso altamente mediatizado y politizado.
Tanto la fiscalía como la defensa pueden recusar a 10 candidatos cada uno, de una selección previamente hecha por el juez de origen colombiano Juan Merchan.
“No permitiré que se intimide a ningún miembro del jurado en esta sala”, dijo tajantemente cuando una candidata se vio obligada a dar explicaciones por un video publicado en Facebook que suscitó un comentario del magnate.
Las audiencias para concluir la composición del jurado se reanudará el jueves.
Si todo avanza como hasta ahora en el Tribunal Supremo de Manhattan, se espera que el lunes se presenten los alegatos de apertura de la fiscalía y la defensa.
De ser declarado culpable, lo que debe ser por unanimidad del jurado, Trump, candidato republicano para las elecciones del 5 de noviembre, puede ser condenado a cuatro años de cárcel.
La fiscalía de Manhattan acusa al multimillonario republicano de 34 falsificaciones de documentos contables de la empresa familiar Trump Organization para camuflar el pago de 130.000 dólares a la exactriz de cine porno Stormy Daniels.
Campaña en Harlem
Visiblemente contrariado y hasta aburrido, Trump, de 77 años, lamentó estar pasando por un proceso que considera “amañado”, mientras el presidente Joe Biden, sigue su campaña electoral.
“Debería estar ahora mismo en Pensilvania, en Florida, en muchos otros estados, en Carolina del Norte, en Georgia, haciendo campaña”, dijo Trump a la prensa al llegar al tribunal, culpando al presidente demócrata de orquestar una cruzada judicial en su contra.
Al terminar la intensa jornada, Trump fue a Harlem, el barrio hispano del norte de Manhattan, a visitar a la víctima de un asalto en un colmado. Recibido por sus partidarios al grito de “cuatro años más”, acusó al fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, de “no hacer nada” contra los delincuentes y en cambio ir contra él.
Trump considera que la justicia neoyorquina, una ciudad con el alma demócrata, conspira contra él, en particular el juez, al que ha pedido repetidamente que se aparte del caso.
La víspera, le reprochó por obligarle a asistir a todas las audiencias -cuatro días por semana-, y que no le permita asistir a la entrega de diplomas de su hijo o seguir una audiencia que le afecta en el Tribunal Supremo de Estados Unidos la próxima semana.
Polarización en aumento
Una sentencia de culpabilidad no sería obstáculo para que se presente a las elecciones presidenciales.
Pero además de impedirle hacer normalmente campaña, sin duda puede afectar sus posibilidades de ganar.
Aunque hasta ahora Trump ha utilizado su presencia en los tribunales para amplificar su mensaje electoral.
“La polarización no hace más que aumentar. La actitud de los votantes indecisos ante todo esto es incierta, pero posiblemente les disuada”, dice a la AFP el profesor de la Universidad de Columbia John C. Coffee.
El republicano está también acusado de tratar de revertir los resultados de las presidenciales de 2020 y por el manejo que hizo de documentos clasificados que se llevó a su residencia cuando dejó la Casa Blanca.
El juicio de Trump por los cargos de interferencia electoral estaba programado para el 4 de marzo, pero se ha suspendido en espera de que la Corte Suprema examine la afirmación de Trump de que, como expresidente, tiene inmunidad penal, lo que está previsto para el 25 de abril.
Sus abogados intentan por todos los medios retrasar los casos judiciales hasta después de las elecciones de noviembre, ya que, si gana, cabe la posibilidad de que le retiren los cargos federales en su contra.
Con información de AFP