El expresidente José Mujica anunció este lunes que se le diagnosticó un tumor en el esófago, un problema que se agrava por la enfermedad inmunológica que padece y que, según dijo, complica las posiblidades de recibir tratamiento de quimioterapia o someterse a una cirugía. El presidente atravesó en los últimos años varios problemas de salud.
La operación de Mujica en el esófago
La más reciente había sido una endoscopía en el esófago en 2021, por una lesión provocada por algo que comió. Según informó en aquel momento la médica personal del exmandatario Raquel Pannone, a El Observador, Mujica fue internado ante “la sospecha” de tener una espina de pescado en el esófago, ya que sufría “molestia” en esa zona.
Su pareja y exvicepresidenta, Lucía Topolansky, había dicho en ese momento que la molestia le había aparecido mientras comía. “Ayer estaba comiendo y sintió eso, fue comiendo un filete de pescado sin espina. Yo los reviso pero pasan estas cosas”, dijo en diálogo con El Observador.
Al día siguiente Mujica pasó por el procedimiento endoscópico, una técnica invasiva para la cual se necesita anestesia, y lo superó sin complicaciones. También se le hizo una biopsia. En ese momento, el secretario general del Consejo Directivo del Casmu, Juan José Areosa, dijo que Mujica había sentido “la sensación de un cuerpo extraño”.
Pannone explicó que lo que le ocurrió a Mujica “le pasa a muchísimas personas en forma accidental, que tiene que ver con la ingesta de algunos productos” que pueden ocasionar una lesión en el esófago. La dolencia consistía en una úlcera provocada por ese “cuerpo extraño”.
La enfermedad autoinmune crónica de Mujica
Mujica había tenido en 2004 una enfermedad catalogada como autoinmune que lo obligó a mantener un estricto régimen alimentario. En aquel entonces, el actual senador había calificado de “muy rara” la patología que había sufrido.
“Él en realidad lo que tuvo fue, hace muchos años, un episodio que fue catalogado como autoinmune, pero en realidad no se pudo confirmar”, agregó en ese entonces Pannone. En 2017 volvió a ser internado por ese tema.
Su condición generó un encontronazo particular con una militante que se acercó a saludarlo en la campaña de 2019, hecho que quedó captado ante las cámaras de televisión.
“Te voy a dar un beso ‘Pepe’, porque no me dejaron”, le dijo la mujer, mientras se acercaba. Mujica, que seguía respondiendo ante la prensa, pasó su brazo por la espalda de la mujer y le palmeó la cabeza.
La mujer insistió con darle un beso en la mejilla, pero el exmandatario se excusó. “Beso no…”, le dijo. “¿Por qué?”, le preguntó la mujer. “¡Porque tengo una enfermedad inmunológica!”, le espetó el líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), visiblemente molesto.
“Te quiero mucho”, continuó la mujer, a lo que el exmandatario respondió: “Bueno, pero… ¡Mirá que lo he explicado! ¡No tengo defensas!”.
Internado por oír voces en la dictadura
“Una vez andaba por ahí hace años, tenía una persecuta infernal… Me figuraba voces… Aburridos de bancarme, me metieron en un hospital”, confesó Mujica cuando era presidente, durante la celebración por los 100 años de la Colonia Etchepare.
Mujica era uno de los nueve rehenes tupamaros de la dictadura cívico militar que fue desde el 1973 al 1985, año en que fue liberado. El expresidente contó entonces que una señora le quiso dar “un puñado de pastillas” y recordó: “Yo la miraba a esa señora que estaba peor que yo. Entonces me decía para mí: ‘Si le llevo el apunte a esta, la quedo'”.
“Y aquí estoy para contar la anécdota porque la verdad, la mujer me dio una mano bárbara: las pastillas no sirvieron para un carajo, yo las tiraba todas, pero lograron que me autorizaran a escribir y a leer. En el hospital me permitieron leer ciencias, química y física. Con el lápiz fui dominando la cabeza que se me volaba y andaba por ahí. Pero salí de esa persecuta y seguí viviendo”, relató en 2012.
Las giras interrumpidas
La edad y la salud pasaron varias facturas al ritmo del viejo líder, quien logró transformarse en la lista más votadas del país con un despliegue territorial que hasta sus detractores le reconocen.
En 2012 tuvo que suspender una visita a España. “Por prescripción médica, el presidente Mujica decidió suspender su viaje a España, cuya partida estaba prevista para hoy jueves”, informó entonces Presidencia de la República. “A raíz de dolores en la pierna derecha se le realizó un eco doppler que detectó una pequeña obstrucción en una vena. Por ese motivo los facultativos recomendaron quietud, con tratamiento domiciliario, y que no viajara a efectos de evitar una eventual trombosis”, añadía el comunicado.
En 2013, tras estar de misión oficial en España y China, Mujica debió suspender el último tramo de la gira por Italia. En entrevista con Televisión Nacional contó entonces que había sido por recomendación médica, ““porque era prudente y valía la pena no forzar más la máquina”.
Mujica y su concepto sobre la muerte
Mujica hizo referencia en muchas ocasiones a la muerte. Su ajetreada vida, su pasado guerrillero, sus varios problemas de salud siempre lo llevaron a tener muy presente a la muerte.
Entrevistado en el ciclo Posdata de El Observador por Oscar González Oro, el expresidente Uruguay dijo en 2021: “La gran pregunta, ¿qué hacemos con nuestra vida? ¿Qué hacemos con un fenómeno biológico? Y la única cosa auténticamente democrática que existe es la muerte. Inevitable, ¿no? Bueno, cuando llegue esa señora que nos lleva, si estoy consciente le podría decir, por favor, sirva otra vuelta”.
En una entrevista con la Caja Negra del periodista argentino Julio Leiva, en 2020, el histórico líder del Frente Amplio se refirió a cómo ve el avance de la pandemia a nivel global y también sobre su propia salud.
“Lo que más preocupa es me agarra con 85 años y con una enfermedad inmunológica crónica. El fantasma de que la voy a quedar en cualquier momento me anda rondando”, afirmó.
El exguerrillero tupamaro recordó que durante su “vida venturosa la parca lo tuvo a la vuelta”, pero no lo quiso llevar. “Y no tengo ningún interés en que me lleve esa atorranta. Estoy tratando de esquivarla”, aseguró.