El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, despidió al número dos de los servicios de inteligencia del país, en medio de una investigación sobre espionaje ilegal que involucra a un hijo de su predecesor Jair Bolsonaro.

El despido de Alessandro Moretti, publicado en el boletín oficial Diario de la Unión, había sido anticipado más temprano por el propio Lula, que dijo que lo expulsaría del cargo “si se demuestra” su culpabilidad.

La Policía Federal de Brasil investiga al director adjunto de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), Alessandro Moretti, por ser presuntamente parte de una red de espionaje ilegal en favor de Bolsonaro y su círculo íntimo.

Carlos Bolsonaro, hijo del expresidente y legislador en Río de Janeiro, fue objeto el lunes de órdenes de allanamiento e incautación por parte de la policía como parte de las pesquisas.

El hijo del expresidente ultraderechista es sospechoso de ser “miembro del núcleo político de la organización criminal” que se habría constituido en el seno de la ABIN. 

Los investigadores sospechan que la agencia utilizó un software israelí llamado FirstMile para espiar a cientos de políticos y figuras públicas durante la presidencia de Jair Bolsonaro.

El exmandatario ultraderechista se dijo “perseguido” por el actual gobierno. “Es una tontería”, contestó Lula el martes en diálogo con la radio CBN de Recife.

Cuando se le preguntó sobre su confianza en el actual equipo de la ABIN, Lula respondió: “Nunca estamos seguros”, aunque dijo tener “gran confianza” en el actual director Luiz Fernando Corrêa.

Como nuevo director adjunto de la agencia de inteligencia, Lula nombró a Marco Aurelio Chaves Cepik.

(Con información de AFP)

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