En Uruguay la Semana Santa pasó a llamarse, de manera oficial y a nivel de las resoluciones y documentos del Estado, Semana de Turismo en 1919.
Durante esos años presidía el país Baltasar Brum, que promovió la ley 6.997 que secularizó todos los feriados de la época. Allí, según consta en la norma que puede ser consultada a través del IMPO, estaban incluidos varios feriados.
Y también que se declararía “feriada” la “sexta semana siguiente a Carnaval, con el nombre de Semana de Turismo”.
Así fue como el 25 de diciembre pasó a ser el Día de la Familia y el 6 de Enero el Día de los Niños. Además, la puja entre el batllismo y la Iglesia llevó a que ese 1° de noviembre dejase de ser feriado y se corriera para el 2, dado que los santos solamente corresponden al cristianismo y los difuntos pertenecen a cualquier religión.
La ley reza: “Desígnanse los días 1° de enero (Año Nuevo), 6 de enero (Día de los Niños), 28 de febrero (Grito de Asencio), 19 de abril (Día de los Treinta y Tres), 1° de mayo (Día de los Trabajadores), 2 de mayo (Día de España), 18 de mayo (Batalla de la Piedras), 25 de mayo (Día de América), 19 de junio (Día de Artigas), 4 de julio (Día de la democracia), 14 de julio (Día de la Humanidad), 18 de julio (Jura de la Constitución), 25 de agosto (Independencia Nacional), 20 de setiembre (Día de Italia), 21 de setiembre (Cabildo Abierto), 12 de octubre (Día de la Raza), 8 de diciembre (Día de las Playas) y 25 diciembre (Fiesta de la Familia), feriados permanentes. Decrétase la paralización del trabajo el 2 de noviembre destinado a la conmemoración de los muertos, destínanse días para la fiesta de Carnaval y declárase feriada la sexta semana siguiente a Carnaval con el nombre de Semana de Turismo”.
Varios de esos feriados fueron quedando por el camino en el tiempo.