El ex general y actual ministro de Defensa indonesio, Prabowo Subianto, con un pasado militar controvertido y candidato por tercera vez a la presidencia en este país de 278 millones de habitantes, mantiene una gran ventaja sobre sus dos adversarios, según los resultados preliminares de la primera vuelta, según las proyecciones.
Prabowo, según el recuento oficial parcial de la Comisión Electoral, obtuvo 57% de los votos, del 43,5% de los escrutados, más del doble que su rival más cercano, Anies Baswedan, lo que le evitaría ir a una segunda vuelta, aunque los resultados finales se esperan recién para marzo.
“Esta victoria debería ser una victoria para todos los indonesios”, dijo Prabowo, quien prometió formar un gobierno “compuesto por los mejores hijos e hijas de Indonesia”, declaración que los analistas locales interpretan como un posible gobierno de coalición, y que llegó luego de reunirse con el saliente mandatario, Joko Widodo.
Aunque fue acusado de violar los Derechos Humanos durante la dictadura de Suharto (1967-1998), Prabowo debería tomar las riendas de la tercera democracia más grande del mundo, después de diez años en el poder de Joko, que no podía volver a presentarse después de dos mandatos.
El recuento de votos indica que Prabowo supera ampliamente a Anies, exgobernador de Yakarta, y también a Ganjar Pranowo, exgobernador de Java central. “Estamos a la espera de que se complete el recuento de la Comisión Electoral”, respondió Anies, aunque añadió que “hay que respetar la decisión del pueblo”.
Sin embargo, desde el partido de Ganjar, sus seguidores denunciaron fraudes “estructurados, sistemáticos y masivos” en las elecciones, aunque sin aportar pruebas.
El ex comandante de las fuerzas especiales, de 72 años, que se había postulado sin éxito a la presidencia dos veces, se declaró ganador en un escenario en el que cuatro encuestadoras confirmaron que los resultados preliminares son irreversibles.
Prabowo se dirigió a sus jubilosos seguidores en un estadio de la ciudad de Yakarta y dijo que estaba “agradecido” por los rápidos resultados. Vestido con camisas de cuadros celeste y blancos, estuvo acompañado por su compañero de fórmula, Gibran Rakabuming Raka, el hijo mayor de Joko.
“No debemos ser arrogantes, no debemos estar orgullosos, no debemos estar eufóricos, todavía tenemos que ser humildes, esta victoria debe ser una victoria para todo el pueblo indonesio”, dijo en un discurso retransmitido por la televisión nacional.
Para ganar en una sola vuelta necesita más del 50% de los votos emitidos y al menos el 20% de los votos en la mitad de las provincias. Si ningún candidato obtiene la mayoría, en junio se celebrará una segunda vuelta entre los dos primeros clasificados.
Quien asuma finalmente la presidencia heredará una economía que creció poco más del 5% el año pasado y una serie de ambiciosos proyectos de infraestructura, incluida la transferencia de la capital de Yakarta a la isla de Borneo.
Prabowo, por lo pronto, fue dado de baja deshonrosamente en 1998 después de acusaciones de que su comando secuestró y torturó a opositores políticos de Suharto mientras su régimen se desmoronaba. De los 22 activistas secuestrados ese año, 13 siguen desaparecidos y, aunque el ex general nunca fue juzgado, varios de sus hombres fueron condenados.
También fue acusado de abusos contra los Derechos Humanos en Timor Oriental, que obtuvo su independencia de Indonesia en medio del colapso del régimen de Suharto, y en la conflictiva región oriental de Papúa, en Indonesia.
Ian Wilson, profesor político del Centro de Investigación Indo-Pacífico de la Universidad Murdoch en Australia, dijo a que el ex comandante cambió su enfoque durante esta elección.
“Se dirigió a un grupo demográfico más joven al rehacer su imagen a través de figuras de dibujos animados, como un tío cariñoso, arrojando una especie de duda sobre su historial en Derechos Humanos, que para una generación más joven es una especie de historia antigua en su mayor parte”, explicó Wilson.
(Con información de agencias)