En la resolución, informada por Montevideo Portal y a la que accedió El Observador, se sostiene que Villamayor “es responsable por falta administrativa grave“, por “ser responsable de producir y publicar, dentro de dependencias de la Universidad de la República, textos de su autoría que contienen graves ofensas hacia funcionarios de la Facultad de Información y Comunicación” y ser el autor de insultos a trabajadores a través de comunicaciones a correos electrónicos institucionales.
En mayo de 2023, El Observador informó que a Villamayor se le había prohibido la entrada a la facultad. En un artículo publicado en la revista digital A Contrapelo, Villamayor dio seis razones por las que se desencantó de la propuesta académica que cursó —o al menos intenta advertirles a sus lectores qué deben saber antes de inscribirse a esa carrera— tilda a algunos profesores que “son una pija” y cuestiona a “tres feministas a ultranza, las tres un vómito de feas”.
Y en su desglose daba nombres de docentes a los que acusaba de mal olor, de que Fulano “a veces se mea encima”, o que Mengano “no ha producido nada” que lo haga merecedor de integrar la academia.
En los otros puntos cuestionaba la sobrepoblación de los salones, que “los programas están todos desactualizados o si no flechados para la izquierda más jeropa”, que se trataba de “un instituto de formación de activistas y empleados públicos”, de la predestinación a fracasar (en la que incluye insultos a periodistas no vinculados a la FIC y que están en actividad en televisión), y que el servicio universitario era un “geriátrico juvenil”.
En 2023 el estudiante llegó a irrumpir en una clase a la que no estaba inscripto y una vez dentro le repartió a los estudiantes el artículo del blog.
En ese entonces, en diálogo con El Observador, el estudiante aclaró: “Es cierto que tengo una propuesta estética soez, pero no soy un terrorista”.