La popular princesa Kate Middleton, que tenía conmocionado a todo el Reino Unido desde mediados de enero, tras su misteriosa operación abdominal, acapara ahora todavía más la atención del país, tras anunciar el viernes que padece un cáncer.
Kate, de 42 años, puso fin a los rumores y especulaciones que circulaban desde que se anunció su intervención quirúrgica hace dos meses, informando que ha iniciado un tratamiento de quimioterapia.
El anuncio del cáncer acaparaba el sábado las primeras páginas de la prensa británica, que adora a Kate.
“Kate, no estás sola”, escribe el tabloide The Sun, haciéndose eco de la conmoción y del cariño a la princesa de Gales en el Reino Unido.
Otro tabloide, el Daily Mail, atacó a los comentarios en las redes sociales “que han estado vendiendo repugnantes teorías de conspiración para explicar su ausencia de la vida pública”.
The Times se aferró al discurso positivo de la princesa en el mensaje en el que anunció su cáncer, con un esperanzador “superaré esto”.
Kate es muy querida en el Reino Unido, y tiene probablemente la misma popularidad que gozó en su día la princesa Diana, madre de su marido y heredero de la corona, Guillermo, de 41 años.
“Kate nos ha dicho lo que tiene en un emotivo mensaje. No sabemos el tipo de cáncer que tiene ni el tiempo de recuperación. Y no necesitamos saberlo. Tiene derecho a la privacidad cono cualquiera”, afirmó el columnista de The Independent, Sean O’Grady.
La princesa sigue una ya tratamiento de quimioterapia preventiva, que comenzó a finales de febrero, según la agencia británica PA.
“La quimioterapia preventiva después de la cirugía se administra para reducir el riesgo de que el cáncer regrese en el futuro”, afirmó Andrew Beggs, investigador clínico principal y cirujano colorrectal de la Universidad de Birmingham.
Beggs añadió que es “un poco como limpiar un piso con lejía cuando se derrama algo”, explicando que la quimioterapia “mata las células derramadas”.
El cáncer se ceba con la monarquía
En un plazo de dos meses, la familia real británica se ha encontrado con que dos de sus miembros de mayor peso, el rey Carlos III y su nuera la princesa Kate, se encuentran afectados por un cáncer, cuya naturaleza no se ha especificado en ninguno de los dos casos.
En una situación inédita, Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, hermano del rey, había anunciado en enero que padece un melanoma maligno, un cáncer grave de piel.
De este modo, tres miembros de la familia real británica se encuentran afectados por algún tipo de cáncer.
Carlos III, de 75 años, cuyo cáncer fue anunciado el 5 de febrero, tras haber sido descubierto en una operación de próstata a la que se sometió, afirmó estar “orgulloso de la valentía” de su nuera.
El príncipe Enrique, hermano pequeño de Guillermo, y su esposa Meghan, que rompieron con la familia real y viven en California, expresaron en un comunicado su deseo de “salud y recuperación a Kate y la familia”.
Ausencia pública
“Es una noticia terrible. Es una conmoción”, afirmó a la AFP el experto en la familia real, Richard Fitzwilliams, que interviene en varias cadenas de televisión, como analista de la monarquía.
“La forma en la que anunció su enfermedad fue muy emotiva”, señaló.
“Pero no hay ninguna duda de que es un momento muy difícil para la institución de la monarquía”, añadió, resaltando que es “casi imposible” planificar cosa con la participación de Carlos y Kate.
Un portavoz del Palacio de Kensington, encargado del servicio de comunicación de los príncipes de Gales, dijo el viernes que Kate regresaría a sus funciones oficiales “tan pronto como su equipo médico le dé el visto bueno”.
Según la agencia PA, Kate, Guillermo y sus tres hijos no estarán presentes en la tradicional misa de Pascua con la familia real.
Con información de AFP