Una columnata corintia de dos pisos y 23 metros de altura es el punto de partida de la reconstrucción de Basílica Ulpia, que construyó el emperador Trajano y dominó la antigua ciudad de Roma por más de un milenio
La grandeza y magnificencia del monumento original de mármol fue reconstruida gracias al financiamiento de un oligarca ruso amante de los tesoros arqueológicos de la Ciudad Eterna y sancionado por su supuesta proximidad con Putin.
La Basílica Ulpia era el punto fuerte del Foro de Trajano, el último y más grande de los foros imperiales, nombrado por Marcus Ulpius Traianus, emperador de 98 to 117 d.C.
Inaugurado en el segundo siglo, la mayor parte del foro colapsó en la Edad Media, pero fue desenterrado en excavaciones a inicios del siglo XIX y los años 1930.
“Si los visitantes no perciben la altura de los monumentos, no entenderán el significado de la arquitectura”, aseguró a AFP Claudio Parisi Presicce, principal autoridad de Roma para patrimonio cultural.
El proyecto actual, iniciado en 2021, permitió identificar tres columnas de mármol verde que habían permanecido “en un rincón” por casi 100 años, indicó el experto.
Los ingenieros las devolvieron a su lugar encima de cuatro pilares de granito que marcan el perímetro externo de la primera nave de la basílica.
Entre los dos pisos de columnas, los arqueólogos y técnicos recrearon el entablamento con su friso decorativo que representa victorias aladas sacrificando toros.
Mecenas sancionado
El proyecto fue financiado con una donación de € 1,5 millones (US$ 1,62 millones) del oligarca ruso Alisher Usmanov, nacido en Uzbekistán.
Usmanov fue sancionado por la Unión Europea y Estados Unidos tras la invasión rusa a Ucrania, al considerarlo cercano al presidente ruso Vladimir Putin.
Con una fortuna fue calculada por Forbes en US$ 14.400 millones, Usmanov es un amante de Italia que ha donado también para otros proyectos de restauración en Roma.
La Lista de Ricos del diario Sunday Times lo designó en 2021 como el “donante más generoso”, tras otorgar 4.200 millones de dólares en 20 años a diferentes beneficencias.
Parisi Presicce aseguró que la donación se hizo antes de que Usmanov fuera sancionado e insistió en que el patrimonio histórico de Roma es “universal”.
Materiales preciosos
Las campañas militares de Trajano, incluyendo la casi aniquilación de los dacios en la actual Rumanía, extendieron los límites de Roma.
Sus dos sangrientas guerras dacias están retratadas en un bajorrelieve en espiral en la Columna de Trajano, situada al norte de la basílica, un monumento construido para glorificar las victorias del emperador y sus botines de guerra.
Con la basílica, Trajano “construyó un monumento con los materiales más preciosos que se podían emplear en ese momento”, explicó Parisi Presicce, como el mármol colorido obtenido en minas de Egipto, Asia y África.
La basílica albergaba tribunales y otras entidades estatales, y estaba conformada por cinco pasillos centrales separados por filas de columnas.
Fue construida por el renombrado arquitecto Apolodoro de Damasco y estaba cubierta por un techo de bronce. La fachada estaba decorada por estatuas de las conquistas en Dacia y paneles decorativos de pendones militares.
Excavaciones previas encontraron el foro y trazos de su basílica, y se restauraron y levantaron los masivos pilares de granito que bordean la basílica. Pero la columnata no tenía su segundo piso.
Segmentos del mármol original del friso del entablamento, resguardados actualmente en bodegas o museos, fueron reconstruidos en resina junto a las partes extraviadas, aunque con menos detalles.
Esto permite al espectador ver la diferencia entre los originales y las aproximaciones, una práctica común en la restauración moderna.
Los pasos finales del proyecto incluyen la reconstrucción de las escaleras al sur de la basílica para incorporar losas de mármol amarillo antiguo encontradas en el sitio.
Roma tiene actualmente 150 proyectos arqueológicos en marcha hasta 2027, en su mayoría financiados por fondos europeos de recuperación tras la pandemia.
El departamento de patrimonio cultural de la ciudad incluye a unos 40 arqueólogos y 40 historiadores de arte, además de unos 50 arquitectos, analistas e ingenieros.
(Con información de AFP)