Unos 100 trabajadores de la construcción que se desempeñaban en la obra de la Torre Trump en Punta del Este fueron despedidos el martes 30 de abril.
El lujoso edificio fue inaugurado en octubre de 2022, pero actualmente había tareas para finalizar el área de cocheras, detalles en apartamentos, una cancha subterránea y otros espacios comunes, que insumirían al menos un año más, según fuentes sindicales.
Esos trabajos estaban a cargo de la empresa argentina Faroy S.A. La firma comunicó oficialmente en una reunión bipartita con el sindicato su decisión de abandonar la construcción por “problemas económicos”, dijo a El Observador el dirigente del Sunca Maldonado, Michael Pistone.
La obra del megacomplejo, cuya inversión rondó los US$ 120 millones, comenzó 10 años atrás cuando se anunció su construcción, hecho que incluyó la presencia en Punta del Este de Eric e Ivanka Trump –hijos del magnate y expresidente estadounidense, Donald Trump–.
En 2018 la construcción comenzó a frenarse para detenerse en 2019. En junio de ese año el proyecto parecía sin salida, incluso el New York Times llegó a denominar el rascacielos como “el elefante blanco de Punta del Este”.
Luego de casi dos años con las obras detenidas, la movida de un grupo de 120 propietarios llevó a conformar un fideicomiso que tomó el control del proyecto para reflotarlo y terminarlo.
“Reclamamos que el fideicomiso retome a todos los trabajadores en caso de que se conforme o se contrate otra empresa para continuar”, dijo Pistone. El Sunca espera reunirse en las próximas horas con representantes del fideicomiso para plantear la situación de los trabajadores despedidos, y de quienes tampoco podrán acceder a seguro de desempleo.