El arbitraje de Sergio Hernández en el partido que jugaron este domingo Real Madrid y Almería en el Estadio Santiago Bernabéu recorrió el mundo debido a una serie de polémicas decisiones.
En el partido, Almería se vio claramente perjudicado por el árbitro y por cada una de las intervenciones del VAR.
Almería cuestionó en primer lugar una falta previa de Antonio Rudiger en la incidencia que derivó en el penal que le permitió a Jude Bellingham descontar cuando estaban 2-0 arriba en el marcador.
Pero las mayores protestas se dirigieron al gol anulado que le hubiera permitido a los colistas del torneo meter el 3-1 por intermedio de Sergio Arribas.
La jugada se inició en un error de entrega de Bellingham, una recuperación del senegalés Dion Lopy y un contragolpe letal.
El juez Antonio Hernández fue llamado a revisar la jugara por una supuesta infracción previa de Lopy.
Si bien hubo un brazo atrás del africano sobre el inglés, este exageró claramente la caída.
El juez estaba perfectamente ubicado cuando desestimó la falta. Después, en el VAR y con repeticiones en cámara lenta, en el medio del corazón del Bernabéu, dio marcha atrás y cobró falta, favoreciendo claramente al Madrid.
¿Fue ese contacto determinante de una caída? No. ¿O hubo una desmesurada exageración? Si. ¿Puede un brazo atrás usado simplemente para tomar de referencia a un rival e impedirle el cuerpeo de atrás derribar a un atleta fuerte y en perfecto estado físico? No ¿Es el fútbol un deporte de contacto? Si. ¿Se pueden usar los brazos para disputar una pelota? Si.
Entonces no había argumento alguno para cobrar esa falta. Salvo, el brazo sobre el rostro pero en ese caso, entendiendo que un simple toque puede derribar de esa forma a un atleta como si se tratara de un brutal puñetazo o una patada voladora. Inconcebible por donde se lo mire.
A los 67′ el juez anuló un gol que aparentemente fue con el hombro, de Vinicius.
En el chequeo VAR, el juez hizo el gesto de que no hubo mano sino de que el gol fue con el hombro y validó la conquista.
Con la lupa sobre la cámara, se vio que el gol fue claramente con el brazo.
Los gestos de Garitano fueron elocuentes. Se sacó la campera a pesar del frío reinante e hizo gestos como de que “esto se acabó”, en clara señal de protesta al juez.
“Nos vamos con la sensación de que nos han robado el partido, así de claro. Creo que no se ha podido hacer más desde fuera para meterles en el partido. No hay por dónde cogerlo. Lo de hoy sobrepasa todos los límites. Los líneas nos han amenazado y encima pensarán que lo han hecho bien. Me duele mucho, pero LaLiga está a años luz de la Premier”, dijo después del partido el jugador de Almería Gonzalo Melero.