Los imprevistos suelen estar a la orden del día para los deportistas uruguayos que se las ingenian para entrenar por su cuenta y con recursos limitados. Ante esas situaciones, la opción de bajar los brazos no cuenta y buscan adaptarse a los nuevos escenarios para llevar adelante sus objetivos. Más cuando hay poco tiempo que perder y una meta importante como lo es intentar llegar a los Juegos Olímpicos.

Así le ocurrió al atleta uruguayo Andrés Zamora, quien, como informó Referí, participó de la construcción de una improvisada pista en Cachi, Salta, Argentina, junto a un grupo de corredores de distintas partes del mundo que llegaron ahí para entrenar en la altura para obtener mejores rendimientos físicos.

La histórica pista de esa ciudad ubicada a más de 2.000 metros de altura fue cerrada debido a obras que se demoraron más de lo estimado, por lo que los corredores tuvieron que armar una por su cuenta.

Andrés Zamora en la pista que armaron en Cachi, Salta

Desde Cachi, en una pausa de sus entrenamientos, el olímpico Zamora contó a Referí cómo armaron la “pista del desierto”, nombre con el que la bautizaron.

“Vine en diciembre a entrenar acá, fui a hacer pasadas a la pista vieja, que está toda levantada y solo tiene la base de concreto, por decirlo así, terminé mi entrenamiento ese día y fue la última vez que pude entrenar. Después nos dijeron que no podía entrenar más, que estaba prohibida la entrada”, repasó.

Ante esa situación, en esos días de diciembre trató de buscar una alternativa para realizar los entrenamientos que tenía planificado.

“Pasé las fiesta acá entrenando porque nos pusimos como objetivo de este año clasificar a los Juegos Olímpicos de París en la Maratón de Hamburgo del 28 de abril, y no podíamos perder mucho tiempo”, señaló.

La búsqueda consistió en visitar y probar sectores y caminos para poder hacer las series de repeticiones, “las partes rápidas donde hacemos los entrenamientos de calidad de la semana”, explicó.

No fue fácil porque en una zona de montañas fue complicado buscar terrenos planos. 

Corriendo, Zamora fue viendo lugares, pero ninguno era el indicado por las elevaciones y bajadas.

La ruta 40 que pasa por ahí no cumplía con lo que buscaban y además hay horarios con mucho tránsito. “Es donde hacemos fondos más largos, hay horas que pasan muchos camiones que pasan y te llenan de tierra, es muy difícil correr rápido, nos adaptamos igual, pero tiene eso que es muy complicado para hacer la parte de calidad que vas a tope, con un ritmo muy alto, y con la altimetría la respiración es más corta que en el llano, vamos jadeando, por decirlo así”.

Tampoco la pista de aterrizaje local era lo indicado, ya que también tiene cierta elevación. Pese a eso, el atleta uruguayo olímpico en Río 2016 y récord nacional de maratón, entrenó en esas superficies.

Hasta que encontraron el lugar. “El 31 de diciembre, hablando con los paraguayos Derlis Ayala y Carlos López, sabíamos que había una cancha de fútbol en el barrio Luján, que era de un cuadro de fútbol, y fuimos a ver cómo era”.

“Vimos que la pista, por así decirle, estaba bien, la cancha estaba bien, podíamos hacer un circuito de 500 metros para hacer pasadas largas. Y lo bueno es que ahí no había autos”, agregó.

Andrés Zamora en la pista que armaron en Cachi, Salta

Ese mismo día comenzaron a diagramar las curvas. Para eso utilizaron piedras. “Con Carlitos y Derlis empezamos a marcarla, corrimos unas vueltas para ver si podíamos hacer una vuelta de 500 metros, nos dio 490, según medí con mi Garmin. Ahí empezamos a marcar las curvas con unas piedras y quedó”, señaló.

Al otro día, tuvieron la “inauguración”.

“El 1° de enero era mi última día porque tenía que volver a Uruguay para correr la San Fernando e hice mi primer entrenamiento, inauguré la pista por decirlo así, porque no habíamos barrido ni hecho nada. Y fui yo”.

Tras la San Fernando, en la que fue segundo, volvió a Cachi para seguir con su planificación.

En esos días la pista siguió avanzando. “Colaboraron muchos atletas”, contó Zamora.

“Trajeron un ruedita para hacer la medición para que la tuviera las medidas”. Además, se armó una especie de refugio para tener sombra con cañas y troncos, los atletas llevan sillas plegables y buscaban conectar con una red hídrica para contar con agua. 

Entre los deportistas que participaron de la obra hubo corredores y entrenadores de Paraguay, Uruguay, Letonia, Argentina, Chile y Alemania, quienes llegaron para entrenar en Cachi y coincidieron.

Además de los ya mencionados, Zamora nombró a Félix Sánchez, Girtz Azis, Carlos González, Chiara Mainetti, Daiana Ocampo y Damián Gasto, entre los que trabajaron para acondicionar la pista.

La maratón de Hamburgo, París y el cierre de su carrera

Con 40 años y una vida dedicada al atletismo, hijo del también olímpico Nelson Zamora, Andrés ya comienza a visualizar el fin de su carrera como corredor profesional.

Pero antes, tiene un último reto. “El objetivo máximo para mí es la Maratón de Hamburgo, el 28 de abril, la misma que corrí el año pasado en la que establecí el récord nacional de 2 horas, 10 minutos, 35 segundos”, contó.

Andrés Zamora en la pista que armaron en Cachi, Salta

“Va a ser mi última maratón rápida, por decirlo así, y voy a intentar dejar todo en esa para clasificar a los Juegos de París 2024. Si se logra, estaría buenísimo para volver a estar presente una vez más en otro Juegos Olímpicos, que serían mis segundos”.

Esa será la última maratón “de las rápidas” que hará para buscar la clasificación. Después, hará alguna otra pero con menos preparación en la altura.

“Ya llevamos 30 años de carrera deportiva, es mucho desgaste, mucha inversión económica, y a veces se hace muy difícil sostener este tipo de preparaciones en tanto tiempo”, dijo.

“También está el tema familiar, de estar más cerca de la familia, es mucho sacrificio. Este año lo tengo comprometido: pasé las fiestas acá, mi cumpleaños, voy a pasar el cumpleaños de mi novia, y el cumpleaños de mi padre afuera, entrenando en Colombia, pero todo sea para lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos”.

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