Los minuanos Mathias Loira y Bruno Fernández se conocen desde hace una década, cuando compartían clases de inglés en secundaria.

Cada uno siguió su camino. Mathias como licenciado en Administración de Empresas, con experiencia en marketing y comercial y Bruno se dedicó a la ingeniería en informática y es desarrollador de software. Atento a la trayectoria profesional de su ex compañero en desarrollo de software, Mathías le planteó hace un año y medio la idea de hacer un prototipo de lo que hoy es Lexia, una plataforma que asiste con Inteligencia Artificial a abogados, fiscales y jueces.  “Ninguno de los dos es abogado, aunque el emprendimiento está dirigido a abogados”, puntualizó Mathias en entrevista con Café & Negocios.

A los dos les entusiasmaba la idea de emprender y, sobre todo, de crear una startup que pudiera innovar y escalar rápidamente, sobre todo creando una solución disruptiva a un problema existente. Trabajaron en una primera versión de la plataforma y comenzaron a contactar potenciales clientes. “Detectamos una necesidad en los abogados que entrevistábamos”, indicó el creador de Lexia.

En la práctica Lexia funciona como una plataforma que integra distintas herramientas para automatizar procesos de los estudios jurídicos. Su principal herramienta es la transcripción  de audios de audiencias judiciales de forma automática mediante Inteligencia Artificial. El usuario puede cargar una o varias pistas de audio o videos, sin restricción de duración, y de forma automática y en corto tiempo la plataforma lo transcribe. Esto resulta clave en el trabajo de los profesionales del área legal dado que las audiencias se graban en audio desde el año 2017 y cada profesional maneja un importante volumen de audios que en muchos casos precisan desgrabar. “En cuatro minutos tienen una transcripción de una hora con una muy alta presición, mayor a 90%”, remarcó Mathías Loira. Además, Lexia permite editar el texto y descargarlo en formato World.

Más allá de este producto que es el que comercializan hoy en día, los socios trabajan en integrar un módulo de digitalización de documentos, y a futuro, quieren lograr que la plataforma le permita al usuario ver la jurisprudencia de su caso. “Que en base al caso que está trabajando se puedan buscar similitudes con sentencias pasadas de toda la base de datos de jurisprudencia; con toda la información jurídica disponible en internet como base de datos”, detalló el socio de Lexia. De este modo, Lexia simplificaría el proceso de investigación de los profesionales. Esto también da la posibilidad de que a través de Chat GPT  se le pueda hacer preguntas a la Lexia y que se respondan automáticamente. 

“Otros actores del sistema que lo usan y están muy contentos con esto son fiscales y jueces”, indicó Loira, de hecho desde Fiscalía General de la Nación contrataron el servicio mediante la compra de 6.000 horas que se van asignando a los fiscales que lo necesiten. 

Además, ya recurren a este sistema unos 20 jueces, y los socios ya presentaron Lexia al Poder Judicial para que pueda utilizarlo el organismo. “Lo vieron con muy buenos ojos y ya lo está tratando el área de tecnología del Poder Judicial para darnos una respuesta”, subrayó Loira. Lexia también trabaja con la Asociación de Magistrados, la Asociación de Abogados Penalistas y también esperan ponerse en contacto con otras asociaciones, estudios jurídicos y abogados.

Los jovenes no descartan, a futuro, integrar otras profesiones a su público objetivo. Hay otras posibilidades de ampliar el mercado con vistas a escribanos digitalizando documentos y también periodistas o como herramienta en sesiones del Parlamento. Pero eso tendrá que esperar, pues su prioridad está en el área legal.

¿Cómo se contrata  y cuánto cuesta?

Lexia ofrece paquetes de horas fijas, por ejemplo 20 o 50 horas mensuales, pero lo que más venden son horas a demanda, al cierre del mes se ve cuántas horas utilizó el cliente y se cotiza ese volumen de horas utilizadas. La hora tiene un valor apoximado de $ 150. “Somos muy competitivos en precio, sobre todo si e compara con tener un abogado junior o una persona dedicada a transcribir audios”, indicó Loira.

 

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