Este 2 de febrero de 2024 ocurrió un hecho que movió las fibras más íntimas de dos de los grandes protagonistas del empate 3-3 entre Uruguay y Argentina por el preolímpico de Venezuela: Marcelo Bielsa y Javier Mascherano.
Hace 20 años, el 16 de julio de 2003, el entonces entrenador de Argentina, Bielsa, convocó a la selección mayor a un joven futbolista, que había pasado por todas las selecciones juveniles argentinas, que aún no había debutado en Primera división, pero al que el entrenador le abría las puertas de la mayor.
Ese 16 de julio, contra Uruguay, debutó Mascherano en la selección argentina dirigida por Bielsa en el estadio único de La Plata.
Ese fue el primero de 147 encuentros de volante con la selección mayor, para transformarse en el segundo de la historia con más partidos con la albiceleste.
Dos décadas después, aquel jugador que aún no había tenido partidos en Primera de River, se transformó en un exjugador, es entrenador, y este viernes en Valencia (Venezuela) enfrentó a quien le dio la primera oportunidad con la albiceleste.
El partido que Uruguay y Argentina protagonizaron este viernes por la quinta fecha del Grupo B estuvo cargado de goles, de fútbol intenso en los dos arcos, de un ida y vuelta sin pausas, de un vértigo propio del fútbol que pregonan y, sobre todo, de la emoción de ese abrazo largo y saludo con respeto y cariño que se brindaron antes del encuentro ambos entrenadores.
Luego del partido, Mascherano explicó en conferencia de prensa lo que representó enfrentar al ahora entrenador de Uruguay: “A Marcelo hacía mucho que no lo veía, he hablado, pero haberlo enfrentado como entrenador es un motivo de orgullo. Es el que me dio la posibilidad de jugar en la selección, así que es una alegría haberlo podido enfrentar”.
Sobre la charla que tuvieron en la cancha, expresó: “Me deseó todo lo mejor, pero no tiene comparación con los elogios que le dio a Lionel (Scaloni) y Pablo (Aimar)”.