El entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, estimó este jueves que el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, no debió haberse pronunciado sobre la suspensión de competición europeas infligida a los Citizens en 2020, que fue levantada por el Tribunal Arbitral del Deporte, y mientras otros procedimientos siguen en curso.
El vigente campeón de Europa y de la Premier League está acusado de 115 infracciones financieras cometidas entre 2009 y 2018. Una comisión independiente de la Premier League debe próximamente reunirse sobre el sujeto.
La UEFA había suspendido al Manchester City de toda competición europea durante dos años en febrero de 2020 por haber infligido sus reglas de fair-play económico, pero la sanción fue anulada por el Tribunal Arbitral del Deporte, que estimó que algunas de esas acusaciones contra el City no estaban “establecidas” y que otras habían prescrito.
“Sabemos que teníamos razón”, declaró pese a ello Ceferin en una entrevista publicada el miércoles en el Daily Telegraph. “No habríamos tomado una decisión así si no hubiésemos pensado que teníamos razón”.
Pep Guardiola, contrariado, consideró que al expresarse en el momento actual, el presidente de la UEFA no había respetado el procedimiento en curso. “Como abogado, como presidente de la UEFA, debió haber esperado“, declaró el técnico español.
“Un abogado debe respetar los procedimientos. Sabe que nosotros tenemos derecho a defendernos”, prosiguió.
Por otro lado, la UEFA perdió este jueves a uno de sus principales responsables, el director de fútbol Zvonimir Boban, opuesto a la iniciativa promovida por Aleksander Ceferin para poder ser reelegido hasta 2031.
Gloria del fútbol croata y del AC Milan, el antiguo centrocampista explica, en un correo enviado a varios medios europeos, que mostró a Ceferin “su gran preocupación y su total desaprobación” de la idea de prolongar el límite de tres mandatos consecutivos que el propio Ceferin introdujo.
Una decisión susceptible de abrir una crisis en el seno de la instancia europea.
