La estadounidense Danielle Collins ganó este sábado el primer WTA 1000 de su carrera al vencer sorpresivamente en la final del torneo de Miami a la kazaja Elena Rybakina, cuarta jugadora del mundo.
Collins, de 30 años, ganó 7-5 y 6-3 en dos horas y dos minutos, en la primera final que disputaba de un torneo de esta categoría.
La nacida justamente en el estado de Florida, 53 del ranking femenino, logró así su mejor resultado, precisamente en su estado natal y dos meses después de anunciar que este sería el último año de su carrera.
Su victoria la lleva hasta el vigesimosegundo puesto del ranking y pone el broche de oro a un torneo de ensueño, en el que apenas cedió un set.
“Es un sueño hecho realidad haber jugado al nivel al que he jugado constantemente en las dos últimas semanas”, dijo Collins en rueda de prensa tras el encuentro.
“Ha sido increíble salir hoy y sentir la energía de los aficionados y que estaba jugando delante de miles de mis mejores amigos. Ha sido surrealista. Nunca olvidaré este día”, añadió.
Rybakina llegó a su segunda final consecutiva en Miami como la gran favorita, tras la eliminación temprana de las tres primeras cabezas de serie: Iga Swiatek, Aryna Sabalenka y Coco Gauff. Pero volvió a quedarse a las puertas del título, un año después de caer ante la checa Petra Kvitova.
La kazaja, de 24 años, había aterrizado en Florida con muchas dudas después de perderse por una dolencia intestinal el WTA 1000 de Indian Wells, donde debía defender título. Y su recorrido hasta la final fue de lo más complicado, con cuatro de cinco encuentros resueltos en el decisivo tercer set.
“Físicamente no estaba al 100% así que no pude esforzarme más”, admitió la kazaja en la rueda de prensa postpartido.
AFP