Un niño sorprendió al mundo al derrotar al Tetris, uno de los videojuegos más populare. El mejor jugador uruguayo hoy de Tetris se llama Emiliano Galmarini, un sanducero de 29 años que hace cinco años este entretenimiento le cambió la vida.
Emiliano comenzó su viaje en el mundo de Tetris jugando en consolas portátiles que adquiría en ferias locales.
Con la llegada de nuevas tecnologías, Emiliano no solo mejoró su habilidad en el juego, sino que también se sumergió en la comunidad de Tetris. Participó en eventos en San Carlos y rápidamente mejoró. Su talento se hizo evidente cuando, sin previa experiencia en Juegarte, una competición de Tetris realizada todos los años en Maldonado, logró una posición destacada en su primer torneo.
Hoy con el que se divierte se llama “Puyo Puyo Tetris”. Es un juego de rompecabezas que combina dos franquicias populares de videojuegos: “Puyo Puyo” y “Tetris”. El juego fusiona los estilos de juego de “Puyo Puyo”, conocido por su mecánica de emparejar bloques de colores, y “Tetris”, famoso por su juego de apilar bloques encajables.
Lo rápido de mente que tiene que estar lo inhibe de la posibilidad de chatear con otros usuarios. “Eso solo lo pueden hacer los surcoreanos o los chinos. Te meten 30 a 40 piezas por segundo. Son unos enfermos”, indicó.
En general, Emiliano coloca entre cuatro o cinco piezas por segundo. “Eso es cuando ando muy bien. Ahora, 3,2. Ando bajo”, comentó.
El estimulador de la mente
Para Emiliano, Tetris no solo es un pasatiempo. Es un estimulador, activador, de la mente.
Como estudiante de magisterio e ingeniería, encuentra que jugar Tetris antes de los exámenes agudiza su mente y mejora su rendimiento académico.
Lo hace una o dos horas antes de un parcial. “Metía una o dos partidas contra la máquina mover las neuronas. Después cuando tenía que rendir andaba muchísimo mejor. Literalmente, me activaba el razonamiento”, indicó.
Emiliano se define como un “defensor” de este videojuego porque, además, lo ayudó a tener una forma de pensar más lógica.
Subraya cómo el juego le ha ayudado a desarrollar una concentración intensa y un razonamiento lógico más rápido, herramientas valiosas tanto en su vida académica como personal.
Su halago al niño
Emiliano aseguró que el nivel más alto al que han llegado los usuarios es al nivel 29. “Ahí es dónde deja de aumentar la velocidad de lo que caen”, comentó. Llegó al nivel 157. “Es una locura”, indicó.
Como máximo, un jugador puede estar en una misma partida 20 minutos. Y cuando llega a ese nivel queda “agotado” mentalmente.
Emiliano llegó al nivel 29 como máximo.
A pesar de su éxito en Uruguay, Emiliano mira hacia su crecimiento internacional como jugador. Describe cómo la Liga Mundial de Tetris, aunque está dominada por jugadores de Japón y Corea, puede empezar a tener la incursión de algún uruguayo. Con determinación, se esfuerza por acumular los puntos necesarios para competir a nivel mundial, un reto que pocos han logrado fuera de Asia.