El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acaba de publicar su libro Gracias, con el cual hace una especie de despedida de su Gobierno, que concluirá este año. El mandatario no pierde oportunidad en criticar a la derecha que, a su vez, lo criticó durante años.

En una parte del libro hace referencia a la virtual candidata de la oposición a la presidencia en México, la senadora Xóchitl Gálvez, a quien califica como “racista” y “clasista”.

Según López Obrador, Gálvez fue nombrada por la oligarquía del país para ofrecer una “supuesta imagen popular”.

“Como nació en un pueblo de Hidalgo, pensaron que su origen sería útil para ofrecer una supuesta imagen popular, cuando en realidad es ladina e igual de clasista y racista que los conservadores de mayor rango o nivel en la escala económica, social y política del país”, afirma el presidente en el más reciente de sus libros, editado por Planeta.

En el texto, López Obrador sostiene que fue el “supremo poder conservador” –como se refiere a un grupo de empresarios e intelectuales de ideología de derecha–, a través del empresario Claudio X. González, el que decidió apoyar a la aspirante para convertirla en la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México.

Según las reseñas, López Obrador advierte en su libro que, ante la “derecha neofascista y voraz”, las fuerzas progresistas requieren de unidad y no ponerse muy exigentes ni “exquisitos”, pues la política no se hace con “santos”.

“Por eso hay que tener una visión amplia y abierta para preservar lo fundamental y no nada más que fijarse en lo accesorio”, señala López Obrador.

“Hay casos de políticos de izquierda que, cuando se convierten en legisladores, empiezan a ser distintos porque no resisten el halago y la lisonja de los poderosos”, afirma.

En otro capítulo, el mandatario mexicano dice que respeta a las conocidas figuras de la lucha armada en México, como los guerrerenses Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, así como el idealismo y la congruencia del guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara, una de las figuras clave de la Revolución cubana.

“Nunca me planteé como opción la vía armada, aunque la admiraba porque me parecía impulsada por su idealismo. ¿Cómo no respetar, por ejemplo, a guerrilleros mexicanos como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez? ¿Cómo no admirar el idealismo y la congruencia del Che?”, dice López Obrador, cuyo hijo menor, Jesús Ernesto, fue bautizado con ese nombre en honor al médico de origen argentino, según contó el propio mandatario en diversas ocasiones.

El nuevo libro del mandatario es un repaso sobre su vida pública. Según él mismo dijo la semana pasada, el volumen está dirigido y dedicado a los jóvenes “porque creo que hay algunas enseñanzas que les van a ayudar, sobre todo a los que quieren dedicarse al noble oficio de la política”.

En un video publicado en redes sociales, AMLO mostró la publicación que marca su retiro de la vida política, pues recordó que se jubilará en siete meses y 22 días, cuando termine su período oficial como jefe del Ejecutivo.

“Me voy, y aunque la vida sigue su curso, necesitaba reiterar acerca del pasado para comprender mejor el presente y el porvenir: no hay texto sin contexto y tampoco los procesos políticos y sociales surgen de repente, de la nada. Son frutos de un largo camino, de resistencias, fatigas, en los cuales participan muchos, que son, como sucedió en nuestro movimiento, los protagonistas principales de esta histórica transformación. Yo soy uno de ellos, de los autores de esta obra, pero no el único; a mí me tocó encabezar esta lucha, pero fui apoyado por hombres y mujeres que forjaron una voluntad colectiva dispuesta a cambiar de verdad la vida pública de México”, afirma el mandatario.

 

(Con información de agencias)

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