El presidente de Nacional, Alejandro Balbi, respondió a su par de Peñarol, Ignacio Ruglio, a quien apuntó por no poder controlar a su propia hinchada para evitar incidentes, como los que se dieron en el clásico del viernes pasado.
“¿Pero no estaba preparado el estadio de Peñarol para la fiesta del barrio? ¿No pudieron controlar un partido con hinchada local y la culpa es de Nacional? No era el ámbito adecuado para jugar el partido“, consideró Balbi en una rueda de prensa posterior a la reunión de la dirigencia, en la que se analizó el clásico y en particular el accionar de los árbitros.
El presidente de Nacional señaló que el club aurinegro no pudo “controlar a sus propios hinchas” y que es “ilógico” que se quiera trasladar responsabilidad al club rival por las supuestas demoras en la llegada y salida del ómnibus.
“La absoluta responsabilidad es de la hinchada de Peñarol, ¿qué tiene que ver Nacional?“, se preguntó Balbi.
Horas antes, Ruglio –que se reunió con el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, para trasladarle sus críticas sobre el operativo policial– había dicho que Nacional no respetó el protocolo esablecido.
“La gente de la Policía y el Ministerio hablaron con (el presidente de Nacional, Alejandro) Balbi para decirle que no se había respetado lo que le habían prometido”, sostuvo a la salida de esa reunión.
Y aseguró que Peñarol seguirá “jugando los clásicos en su estadio”. “¿Por qué vamos a dejar de jugar en nuestro estadio si lo que hay que hacer es mejorar los operativos?“, se preguntó.
Al comienzo del clásico, cuando el ómnibus de Nacional estaba llegando al Campeón del Siglo, varios proyectiles impactaron en el vehículo y rompieron vidrios. A la salida, según aseguró Balbi, volvió a pasar lo mismo.
Sin embargo, desde el Ministerio del Interior señalaron que esto último se debió a que Nacional quiso esperar a que dos jugadores cumplieran con el control antidoping para que el plantel saliera todo junto, lo que generó demoras que complicaron el operativo.
En paralelo, hinchas de Peñarol denunciaron represiones de la Policía, que –a la espera de que el club rival abandonara el estadio– no permitió a la parcialidad salir de las tribunas.
“Se nos acusa de que llegamos y salimos tarde del estadio. Si salimos tarde fue porque estaba lleno de gente en la puerta donde estaba Nacional y no hubo la precaución o la pericia necesaria para que dejaran pasar el ómnibus”, respondió Balbi.
E insistió: “No pueden organizar un partido con hinchada local, quedó claro, quedó demostrado (…) El estadio natural para jugar los clásicos es el Centenario”.