A poco más de siete días para la llegada de Luis Miguel a Uruguay, se revelaron los pedidos que el cantante hizo de cara a su estadía en Montevideo.
El esperado regreso del cantante mexicano a Uruguay, que hace doce años no se presenta en suelo uruguayo, será en el Estadio Centenario el próximo 16 de marzo de 2024, y recientemente liberó una tanda de nuevas localidades que se pueden adquirir en la web AccesoYa.
Según publicó El País y confirmó El Observador, uno de los requerimientos más curiosos del artista mexicano es el pedido de tener “36 rosas blancas de tallo largo sin espinas y sin hojas en la tarde previo al show”.
También se pidieron “100 pies de tela negra para construir pasillos en el área detrás del escenario o como punto de entrada para el artista”.
El camerino del artista, en tanto, deberá tener cuatro velas aromáticas de vainilla, dos sofás cómodos y limpios en color claro, no gris, una mesa ratona, cuatro lámparas de pie, un purificador de aire, un espejo de cuerpo entero, un espejo para maquillaje con luces y un florero con doce rosas blancas.
Luis Miguel también pretende que en ese espacio haya una bandeja con fruta cortada, otra con variedad de quesos para dos personas, almendras orgánicas con sal, un bowl con limones y limas, jengibre, diferentes tipos de tés, botellas de agua marca Fiji y Essentia, botellas de Electrolyte sabor coco, botellas de Vitamina Water Energy color amarillo, y botellas de agua de coco marca Harmless Harvest. También cuatro copas de vino tinto.
Uno de los pedidos más singulares es la necesidad de tener a mano una lista de médicos especializados en otorrinolaringología en Montevideo, en caso de que alguien de su círculo o él mismo los necesite.
A eso se le suman las especificaciones para el show, para el que se requieren un escenario que tenga 25 metros de boca y 15 de profundidad, catering para 130 personas y la necesidad de que la comida se sirva en platos de cerámica con cubiertos de metal.
Se solicitó a su vez una lista de vinos disponibles, entre ellos Cabernet Sauvignon Purple Angel, Bettina Bryan (2016) o vino tinto Lapostolle Clos Apalta (2018).
