Un grupo de estudiantes uruguayos creó Coco, un acompañante psicoterapéutico que ayuda a potenciar la terapia con la ayuda de la inteligencia artificial.

Los usuarios deben crear una cuenta, vincularse con un psicólogo y empezar a hacer un registro de su vida.

Una es realizar un registro de las emociones, la que puede ser descrita en la app y categorizarla con las seis caras de las emociones.

Al mismo tiempo, los usuarios pueden registrar sus sueños, especificar si fue de tipo pesadilla y redactar características del sueño. Según explicaron, esto puede ser interpretado en tiempo real por inteligencia artificial.

La herramienta permite generar alertas para recordar registrar las emociones y los sueños.

Los desarrolladores crearon una aplicación beta, que está enfocada en refinar ideas y obtener feedback tanto de pacientes como de psicólogos.

Al día de hoy, cuentan con la participación de 20 psicólogos que se mostraron muy interesados en ser parte de Coco.

“Nuestro objetivo es continuar expandiendo nuestra comunidad, buscando activamente más colaboradores que deseen ser parte de la plataforma. Queremos asegurarnos de que Coco evolucione de acuerdo con las necesidades reales de los usuarios, y para lograrlo, necesitamos la contribución de más psicólogos y pacientes”, señaló  María Fernanda Secinaro, estudiante de Ingeniería en Sistemas en ORT y cofundadora de Coco junto a Tomás De Angelis y Juan Pablo Rodríguez Sotto.

Cómo fue creado

El proyecto forma parte de la tesis de estudiantes de Ingeniería en Sistemas de la Universidad ORT, que busca atender el problema de la salud mental que existe en Uruguay.

Los últimos datos anuales disponibles son de 2022: en total se suicidaron 818 personas en Uruguay. La mayoría eran hombres y la tendencia viene siendo al alza de forma sostenida desde 2017.

“Nos dimos cuenta de que los indicadores de salud mental en nuestro país muestran tendencias muy preocupantes, y quisimos aportar algo significativo al respecto”, dijo Secinaro.

Los ingenieros notaron que mucha “información valiosa” se pierde durante las sesiones, ya sea por el límite de tiempo o porque los pacientes lo olvidan relatar.

Al mismo tiempo, consideraron muchos hábitos que tienen un gran impacto en la salud mental de los pacientes (por ejemplo su alimentación, sueño, ejercicio) que “no se abordan en las sesiones porque no se considera a la salud de forma integral”.

“Los psicólogos también enfrentan dificultades para encontrar patrones en el comportamiento de los pacientes a lo largo del tiempo y adaptar el tratamiento según las características individuales de cada uno”, indicó Secinaro

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