Una joven publicó en su cuenta de Instagram un video con un “descargo” porque, según contó, el pasado viernes 26 de enero a las 23 horas estaba en el Parque Rodó, en la intersección de Gonzalo Ramírez y Yaro, con dos amigas esperando un Uber para irse, cuando la Policía las interceptó, les pidió que se coloquen contra una pared y las revisó por un “control de rutina”.

Según la versión de la mujer, los efectivos llegaron en dos patrulleros, no les pidieron las cédulas y las revisaron de forma “violenta”: “Fuimos acorraladas por dos patrulleros, uno de ellos subido a vereda. Y de manera violenta nos dijeron ‘operativo de rutina, contra la pared’. Nosotras solamente estábamos caminando por Gonzalo Ramírez esperando un Uber. Solo por preguntar la razón me ponen contra la pared y proceden con el cacheo, revisándome a mí y mis pertenencias sin pedirme jamás mi cédula de identidad”, expresó la joven.

A su vez, contó que a sus dos amigas “se les prohibió” mirarlas y que al decir verbalmente sus cédulas los policías las anotaron en un grupo de Whatsapp.

Este miércoles la mujer decidió concurrir a la seccional 10 para realizar una denuncia, pero allí le comunicaron que el procedimiento de rutina había sido correcto y que “no hubo agresión”. “Para mí la violencia no es solamente física (…) y nosotras quedamos traumatizadas, no encontré soluciones en el sistema”, dijo. 

Según su versión, en la comisaría le sugirieron que “espere el Uber adentro” y no en la vía pública y que “no esté deambulando por la calle” de noche. “¿Entonces no puedo circular libremente?”, se preguntó en el video de Instagram.

Tras no poder realizar la denuncia en la seccional 10, la mujer se comunicó al 0800 5000 del Ministerio del Interior y grabó la llamada que luego compartió en su Instagram. En la conversación, la joven reclamó que en la seccional le pidieron que no ande deambulando de noche por la calle. “Eso me pareció una falta de respeto”, le dijo a la Policía que estaba atendiendo su llamado.

La mujer dijo en conversación con El Observador que finalmente pudo ingresar la denuncia a través de esa llamada telefónica. La funcionaria explicó que ese tipo de denuncias se realizan a ese número, debido a que involucra a efectivos policiales.

La funcionaria le preguntó si ella y sus amigas “estaban vestidas de forma provocativa” porque, tal vez, “alguna vieja, de esas personas que son un poquito cerradas de mente” las había visto y había llamado al 911, lo que motivó el control de rutina sobre las tres jóvenes. “Anda a saber lo que dijeron para que mandaran dos móviles”, dijo.

El Observador consultó con el Ministerio del Interior sobre la situación pero no obtuvo respuesta al cierre de esta nota.

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