El grito de “kirikocho” se escuchó en el momento en el que Christian Ebere fue a patear el penal con el que Nacional abrió el marcador para el triunfo 3-0 ante Wanderers el pasado sábado en el Gran Parque Central.

Esa palabra, que tiene su tradición en el fútbol rioplatense y sudamericano, y que llegó a Europa, suele usarse en el fútbol para desearle mala suerte a quienes van a patear los penales o a definir una jugada.

En el caso del nigeriano Ebere, el grito no tuvo efecto, ya que cobró el remate con gran categoría, pateando a un palo mientras el golero bohemio iba al otro.

“¿Kiricocho o quiricocho? Ninguno”, señalaron en las redes de Nacional, para destacar el penal de su atacante.

Una historia que comenzó en La Plata y con Bilardo

La historia de Kirikocho comenzó en Argentina en la década de 1980, en el Estudiantes de La Plata que dirigía Carlos Salvador Bilardo, el DT campeón del mundo en 1986.

El técnico contó la historia. 

“Quiricocho era un muchacho de La Plata que siempre estaba con nosotros, y que como ese año salimos campeones (en referencia a 1982) lo adoptamos como amuleto. Era un buen pibe pero después ya no lo vi más. La última vez que estuve dirigiendo a Estudiantes (2003-04) pregunté por él y nadie sabía nada. Pero aunque no lo creas, cuando fui a España a dirigir al Sevilla (entre 1992 y 1993) hubo un penal para los otros (por los rivales) y escuché que alguien atrás mío gritó: ‘Quiricocho, Quiricocho’. Quiricocho, Quiricocho’. Yo no lo podía creer, hasta que el Cholo (Diego Simeone) y Diego (Maradona) me avivaron de que ellos lo habían dicho un par de veces y que el resto lo aprendió ”, dijo Bilardo.

El DT contó que este personaje “no acertaba una”. “Hay gente que tiene suerte en la vida y gente que no tiene suerte” señaló.

En ese sentido, se decía que Bilardo lo enviaba a la hinchada contraria para “mufar” a sus rivales.

 

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