Las inundaciones provocadas por las intensas lluvias que golpean el sur de Brasil dejaron al menos 56 muertos y 67 desaparecidos, según un nuevo balance el sábado de Defensa Civil.

El desastre climático mantiene interrumpidas carreteras y comunicaciones en el estado Rio Grande do Sul, con casi 300 localidades afectadas.

Las crecidas afectan gravemente desde el viernes la capital, Porto Alegre, una de las mayores urbes del sur brasileño, con una población de 1.5 millones.

El rápido ascenso en las últimas horas del río Guaíba, enclavado en la ciudad, anegó el centro histórico.

Numerosas calles de otros sectores amanecieron bajo agua y los residentes se empeñan por evacuar sus viviendas, constató AFP. 

Se trata posiblemente de la mayor inundación de la historia de Porto Alegre. 

“Pese al gran esfuerzo de contención, el dique que represa el río Gravataí (…) empezó a desbordarse de nuevo. Las comunidades deben abandonar el lugar”, escribió en la plataforma X el alcalde de Porto Alegre, Sebastiao Melo, en referencia a otro de los ríos que surcan la ciudad.

“Olvide todo lo que ya vio (…) en la región metropolitana va a ser mucho peor”, advirtió el viernes el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite. 

El aeropuerto internacional de Porto Alegre suspendió sus operaciones por tiempo indeterminado.

24.600 evacuados 

En el estado, las brigadas de rescate intentan alcanzar y abastecer numerosos municipios aislados, sin comunicaciones y con carreteras bloqueadas, e incluso sin energía eléctrica ni agua. 

Defensa Civil informó que hay 74 heridos y 24.600 evacuados.

Las autoridades se afanan por levantar refugios en centros deportivos y otras instalaciones, que hasta ahora han recibido más de 8.200 personas en todo el estado.

En uno de ellos, instalado en un centro cultural de Gravataí, un suburbio del norte de Porto Alegre, está Claudio Almiro.

“Cuando salí de casa, estaba con el agua hasta la cintura”, cuenta a AFP con rostro demacrado este hombre de 55 años. “Lo perdí todo”.

Imágenes aéreas de la zona muestran enormes superficies totalmente anegadas, puentes y carreteras arrasados y rescates de personas en techos con helicópteros, dando cuenta del “peor desastre” de la historia del estado, según Leite. 

El pronóstico anticipa hasta el domingo lluvias de “altísima severidad” que cargarán aún más los ríos y pueden causar grandes deslizamientos, dijo el viernes Defensa Civil.

Las lluvias impactan al también sureño estado de Santa Catarina, donde el viernes se registró la muerte de un hombre cuando su auto fue arrastrado por la corriente en el municipio de Ipira.

El “cóctel desastroso” del cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil y otros eventos extremos, aseguró a AFP el climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino.

AFP

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