El sábado 10 de febrero de 2024 comenzará el Año Nuevo Chino que durará hasta el 28 de enero de 2025.

El año que corre corresponde al conejo de agua, pero el siguiente será el año del dragón de madera, que según la astróloga Ludovica Squirru “para los chinos es el mejor signo de todos porque representa el cambio real del mundo: muerte y resurrección, es un antes y un después”.

“Somos testigos de los lugares en donde todo está en ebullición, en situaciones nuevas que se están gestando para lo que trae el dragón de madera”, añadió en entrevista con Clarín.

Por otro lado, explicó la importancia que le da la cultura china a los cierres de ciclos.

“Los chinos, antes de un nuevo año, tratan de hacer un orden muy fuerte de limpieza en las casas, sacar todo lo que no sirve, lo que es cortante, espejos que se cortan, sacar fuera, fuera, fuera. Hacen una limpieza verdaderamente física y espiritual, preparan altares para recibir a los muertos”.

Respecto al impacto que un nuevo año puede tener en cada persona, apuntó al potencial de reinventarse y a que “no es que hay una manera de vivir, hay muchas formas”.

“Creo que todos tenemos la posibilidad en el año del dragón de reinventarnos, reinventar la vida, acá nadie te pone ningún código, cada uno tiene que buscarlo”, sostuvo la astróloga. 

Además habló sobre las desigualdades sociales y pronosticó que “en el año del dragón se va a equilibrar más la cuestión social, no va a haber tanta diferencia entre clases”.

Apuntó asimismo a la cuestión medioambiental, al relacionarlo con la “madera” del dragón de madera. “La madera no solamente es un árbol que florece el tronco, sino que también tiene que ver con lo ecológico de empezar a reforestar un planeta que hemos extinguido por ambiciones económicas”.

Horóscopo chino 2024: las predicciones para cada signo

Como cada año, este 2024, Squirru publicó su clásico libro del Horóscopo Chino con las predicciones del año siguiente. A continuación los pronósticos de la astróloga para cada signo chino, extraídos del texto:

Rata

La rata celebrará la llegada del año del dragón vestida de gala. Al fin podrá encauzar años perdidos en situaciones desgas­tantes para su vida personal, profesional, familiar y anímica. Como un tren bala saldrá de la madriguera, y será la aliada incondicional del rey del cielo en la tierra para promover nuevos emprendimientos con gente del mundo. Ordenará sus prioridades: deudas que quedaron pendientes en sociedades, pymes, ONG y en el barro de la política.

Tigre

El año del dragón es un tiempo de cambios irreversibles para el tigre. Dejará una vida rumbo a otra que aún está en transmutación. Sabe que tiene una mochila muy pesada, llena de situaciones afectivas y familiares no resueltas, y que deberá reunir a los su­yos para confesarles su malestar. El año del dragón será para el retorno a su esencia. Dejará de lado lo que le quitó prana, fuerza, energía, y lo enfermó, para comprender que es tiempo de ser feliz. O al menos de intentarlo. Su imaginación volará alto: reunirse con su tribu, comenzar un ciclo de dar y recibir en coincidencia con su corazón.

Búfalo

Queridos búfalos, ¿cómo quedaron después del “sucundúm” del año del conejo de agua? Algunos con cambios a la vista: en una etapa nómada, de desapego hacia su trabajo, familia, responsabilidades en puestos jerárquicos, para vivir en una casa rodante, una carpa, lugares ofrendados por amigos, en grupos en los que comparten expe­riencias espirituales, cultivos de huerta, vid, yerba mate, arroz, caña de azúcar y nuevas especies de legumbres, aromáticas y té. El constante y disciplinado búfalo romperá con tabúes, rela­ciones tóxicas y desilusiones para reducir al mínimo su econo­mía y vivir con lo esencial.

Conejo

Queridos conejas, conejos, gatos y liebres: Después del torbellino, tsunami, huracán, terremoto, mare­moto que dejaron al zodíaco chino y a los reinos mineral, vegetal y animal, me pregunto, en un tibio mediodía, ¿cómo están? Aún tienen una o más vidas; y es posible que hagan un pacto o un acuerdo con el dragón para tener bonus track en el mundo de los mortales. El aprendizaje de su año es una vida en la comunidad de los hombres siendo guía, líder, parte fundamental del nuevo tiempo.

Dragón

Queridos dragones, se han tomado su tiempo para aparecer. El zoo está con hambre y sed de una nueva energía que nos sacuda el kundalini y nos re­sucite del reinado del conejo, que dejó a la humanidad en estado de transmutación rumbo a un nuevo año. En el mundo, especialmente en China, recibirán al dragón con votos de fe para rememorar los años emblemáticos del dra­gón. Se espera un baby boom, pues consideran a estos nativos sus hijos del cielo, con los poderes más venerados en China: belleza, riqueza, longevidad y armonía. El dragón de madera marca el inicio de ciento ochenta años de transformaciones en el planeta. Y es el primero en recuperar la energía ascendente para dise­ñar, resetear la condición humana.

Serpiente

La luna llena de anoche fue fuerte y sabemos que cualquier situación delicada que nos sorprenda exalta nuestro ánimo y cambia el ritmo cardíaco; tenemos que inhalar y exhalar. Así comenzará la serpiente el año del dragón, su hermano kármico. Después de logros clave en el año del conejo, el ofidio sentirá que cambia la piel nuevamente. Su conciencia tendrá zonas oscuras, pues “el fin justifica los medios”, y sabe que lo que negoció con sus socios tiene con­secuencias de un costo muy grande para su círculo íntimo, su familia, sus íntimos enemigos, y quienes dependieron de su con­trol remoto. Reconciliarse consigo misma será la misión en el año del dragón.

Caballo

Después de un año del conejo de máximo estrés, cele­brarán la llegada del dragón con una reunión con sus seres queri­dos, los que están y los invisibles que extrañan, con quienes saben que pueden conectarse con su sinfonía de relinchos. La liberación es la recompensa de años de responsabilidades familiares que los dejaron sin jinete que los cabalgue en medio de la tempestad. Su pelaje deberá ser cepillado nuevamente, los mimos que no tuvieron en años anteriores renacerán con el zoo, que tam­bién sentirá ganas de compartir más tiempo de ocio, vacaciones, fiestas y salidas culturales con su amigo, siempre dispuesto a disfrutar de la vida.

Cabra

Bienvenidos las cabras, los chivos, los cabrones, las ovejas al año del dragón. El conejo activó su quietud, no los dejó en paz pastando en las praderas; aceleró procesos que estaban estancados y les abrió los ojos para que se preparasen en una nueva visión del mundo que ya llegó. Despedidas y nacimientos en la familia, con amigos del alma, un tiempo de convivencia con médicos sin fronteras, ayuda so­lidaria en Ucrania, ONG, centros de rehabilitación postraumáti­cos, entre otras tareas sanadoras, convierten a la cabra en alguien que sabe estar en el momento oportuno, en el lugar adecuado. Su disponibilidad, buen corazón y espíritu samaritano serán muy valorados en un año de transmutación mundial.

Mono

Las materias pendientes, previas, no cursadas del simio serán tsunamis, lavas de volcán, diques que se rompen e inundan va­lles y pueblos, y tendrá que hacer zapping con otras situaciones más divertidas, confortables, productivas que el mono encuen­tra en la selva. El año del conejo es un peeling por dentro y por fuera para los monos de todas las especies. El dragón es, junto a la rata, el signo que mejor relación tiene con el simio. Juntos llegan a nuevas galaxias en las que sus ideas, planes y proyectos florecen y dan recompensa a la comunidad.

Gallo

El año del dragón revertirá su situación y será una recompen­sa a todo lo que han padecido. Desde el inicio del año, el 10-2-2024, hasta el final, encon­trarán patrocinadores, amigos del pasado y en redes sociales, un abanico de posibilidades para insertarse en el mercado laboral y generar su pyme, empresa, sociedad con visión de futuro. Ustedes, los grandes idealistas del zoo chino, compartirán su visión con las nuevas generaciones, millennials centennials, y serán los inspiradores del nuevo rumbo de la humanidad. El dragón admira sus convicciones, originalidad, talento y ca­pacidad laboral.

Perro

Queridos perros y perritas, después de atravesar la Illiada y la Odisea en el año del conejo, llega el signo que es opuesto com­plementario de los canes: el dragón. Los desafíos serán olas en el estrecho de Magallanes, la lava del volcán Vesubio, tsunamis en Indonesia, cambios bruscos en la dirección y las decisiones para el rumbo que imaginaron en su año. El dragón observará al perro en su conducta, si está al servi­cio del pueblo o si es un oportunista que en medio del caos, las crisis, el cambio de época, favorece a su jauría.

Chancho

El chancho llegará al año del dragón con sobrecarga en sus siete cuerpos y confundido sobre su balance existencial. El conejo le brindó una temporada en la que pudo resolver algunos problemas y se embarcó en otros. La ansiedad, el miedo a un tiempo caótico lo llevó hacia so­ciedades que no tuvieron reglas claras y fueron de palabra. El año del dragón será un espejo de sí mismo. Tendrá que poner en orden temas legales, herencias, divor­cios y acuerdos en la familia. Su búsqueda personal, espiritual chocará con sus deberes profesionales, la conducción de su empresa, pyme, fábrica, em­prendimiento artístico, cultural y ambiental.

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