El estudio científico “que proporciona la visión más completa del costo de la pandemia en la salud humana hasta la fecha” confirmó que Uruguay, Costa Rica, Panamá y Argentina –en ese orden– fueron los países de América Latina que menos sufrieron el exceso de mortalidad y caída de la esperanza de vida en los dos primeros años de la emergencia sanitaria.
Pese a que estos países tuvieron un exceso de muertos (más fallecidos de los que cabría esperarse para la tendencia histórica) sin precedentes en más de un siglo, su impacto fue más suave que en países como México, Perú y Bolivia que obtuvieron “de los peores resultados del mundo”.
El estudio liderado por la colaboración de más de 100 demógrafos y que publicó la revista The Lancet se basó en las estadísticas vitales de 204 países. En Uruguay el exceso de mortalidad en 2020 y 2021 fue de 0,49 muertes cada 1.000 habitantes, casi diez veces menos que Perú. Lo siguen Costa Rica (0,74), Panamá (0,81), Argentina (0,85) y Chile (1,03). A modo de comparación, la tasa en Brasil fue de 1,36, en Colombia de 1,70 y en Guatemala de 1,78. Fuera de la región la tasa fue: Israel (0,29), Alemania (0,60), Canadá (0,95), Reino Unido (1,02), España (1,03), India (1,29), Estados Unidos (1,59) y Rusia (3,70).
En este sentido, Argentina, quien en 2020 tuvo la segunda cuarentena más restrictiva del mundo (solo superada por Honduras) obtuvo resultados similares que Uruguay (donde el confinamiento nunca fue obligatorio).
El dato no toma en cuenta los impactos en la salud de aquellos que no fallecieron (por ejemplo, retrasos en cirugías o agravamientos de enfermedades crónicas), ni la afectación no sanitaria (efectos de aprendizajes escolares, marcha de la economía o el turismo).
Las tasas de exceso de mortalidad superaron las 150 muertes por 100.000 habitantes durante al menos un año de la pandemia en 80 países. Por el contrario, en 20 países hubo durante lo dos años una tasa de exceso negativa (hubo menos muertes de las esperadas). Uruguay y Argentina no figuran en ninguno de esos dos extremos.
