En una secuencia de varias semanas –al cierre del verano e inicio del otoño– en las que la cosecha de granos del ciclo agrícola estival se ha interrumpido constantemente por lluvias, en varios casos excesivas, conviven dos realidades para el agricultor, una favorable y otra adversa.

En los campos donde se cosechó maíz y soja en general hubo rendimientos y calidades buenas, pero a la vez que se han ido incrementando los atrasos y los problemas logísticos.

Las ventanas para las labores en las chacras han sido muy cortas, de pocos días, los campos están muy sentidos por el exceso de humedad y cuando se puede recoger granos se levantan con niveles de humedad que obligan a un secado, incrementando el costo y enlenteciendo los procesos en la cadena agrícola.

Hay dificultades para el ingreso a las chacras de cosechadoras, tractores, tolvas y camiones, también para los traslados de las cargas por la caminería que en muchos casos está afectada y la operativa es lenta, algo que se aprecia no solo en los establecimientos agrícolas, también donde hay servicios de silos y en los manejos en puertos.

Juan Samuelle

Sojas, en un campo en Colonia.

Leonardo Olivera, director general de los Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), señaló a El Observador que los retrasos en las cosechas derivaron en una coincidencia de labores en la trilla final de maíces e inicial de sojas, que no es bueno.

En maíz se han cosechado los de primera, con muy buenos logros en la zona litoral hacia el sur y el centro, aunque hubo algunas dificultades sobre el litoral yendo hacia el norte, por el efecto de la chicharrita.

El avance en la recolección de las sojas es lento, apenas se ha recogido, se estima, del 10% al 15% del área.

También, corresponde señalar, por el factor climático está atrasada la cosecha de arroz, aunque ya en el final de la operativa.

Con relación a los cultivos de invierno, no se puede hablar ya de atrasos, dado que en mayo suele comenzarse con las siembras de colzas y sobre fin de mes se activan normalmente las de trigo y cebada, para lo cual queda un tramo por recorrer y si el tiempo “se acomoda” no habrá dificultades mayores.

Soja, líder en área, seguida por maíz.

Campos “huelleados”

Sí hay preocupación considerando que es posible que muchos campos queden notoriamente afectados, comúnmente se menciona que quedan “huelleados”, por lo cual habrá que ver si están en condiciones de ser sembrados en tiempo y forma con la oleaginosa y los cereales invernales, según corresponda.

Juan Samuelle

Maíz, en chacra ubicada en Soriano.

Anuncios por chicharrita

Olivera informó, a propósito de un problema que impactó este año en Uruguay, con existencia del mismo ya en otros sitios de la región en campañas anteriores, que “este jueves haremos anuncios en el ministerio con relación a cómo actuar para minimizar la incidencia de la chicharrita en maíz en la próxima campaña”.

Se habilitará el uso de algunos productos y se marcará qué dosis estarán permitidas, adelantó.

Eso es consecuencia de un trabajo especial y urgente realizado en conjunto, detectado el nuevo enemigo en las chacras locales, por el MGAP, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República (Udelar).

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