En octubre de 2023 unas 100 personas que concurren a un comedor del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) en Peñarol realizaron una denuncia donde señalaban un deterioro en el alimento que se brinda allí. El instituto abrió un expediente, intensificó los controles y concluyó que no había ningún inconveniente.
Ahora, en este mes de enero, una usuaria habló con El País y dijo que la situación no se resolvió. “Es deprimente porque nos tratan como bichos o peor. Queremos una comida digna que podamos comer. No pedimos un menú especial“. Marina Saravia, que es usuaria del comedor n.°3 de Peñarol, dijo también que les han dado comida en mal estado, carne picada cruda y legumbres sin cocción completa. Además, sostuvo que las porciones son más chicas desde que en setiembre se cambió de empresa proveedora y que algunos tuvieron “problemas gastrointestinales” tras consumir la comida.
Ignacio Elgue, director del INDA, dijo a El Observador que el cambio de proveedor en octubre, cuando se terminó la anterior licitación y otra empresa ganó la nueva, “provocó algunos disgustos por las personas que consideraban que la otra comida era de mejor sabor o más abundante”.
Elgue afirmó además que los controles en los comedores son “permanentes”.
Señaló que la encargada del comedor controla constantemente la temperatura, el aspecto, el olor y el peso de la comida. Además, aunque de forma menos seguida, “va la nutricionista, la técnica encargada del programa, y recorre los comedores”.
Cuando recibió la denuncia en octubre, el INDA inició un expediente y “se hizo un control más exhaustivo”. Desde el instituto, fueron a la empresa. También al comedor, pero “en vez de ir una vez cada 15 días se fue cuatro, cinco días por semana”. “Ahí recabamos información a ver de cómo venía el menú y no encontramos ningún inconveniente”, aseguró Elgue.
Incluso, el propio director fue “cuatro o cinco veces” al comedor en los últimos meses, porque están por cambiarlo de lugar, probó la comida y no la encontró en mal estado. “También le pregunté a los usuarios y no tuve ninguna queja”.
De todas formas, después de que Marina Saravia hablara con la prensa, Elgue mantuvo una conversación con ella. Aunque el director del INDA asegura que tiene “la firma de la nutricionista y el expediente” que respaldan la noción de que la comida cumple con los parámetros, se volvió a “intimar a la empresa”.
“Yo voy a tener una reunión con la empresa el martes de la semana que viene para exigirle mayor calidad en la comida”, afirmó.